Sociopolítica

¿Para qué nos ha servido esta crisis a los españoles?

Un invierno más, el Ebro baja crecido, anegando a su paso las tierras que desde hace siglos siempre se han visto anegadas por estas mismas fechas por la crecida del mismo. Todo un descubrimiento. Los egipcios hicieron virtud de las crecidas del Nilo.

En España, de un hecho natural como la crecida de un río, hemos conseguido construir una leyenda/batalla  entre insolidarios »chupaaguas» que prefieren »tirar» el agua »sobrante» del Ebro al mar, antes que dársela a los pobres ‘Tuaregs» de los indómitos desiertos del Levante español; tierra árida donde sólo florecen urbanizaciones con campos de golf y piscinas individuales por doquier.

Foto: Manel

Foto: Manel

Me pregunto a veces, tontaina de mí, para qué nos ha servido sufrir estos últimos siete años de crisis a los españoles, si luego resulta que seguimos sino igual de cerriles, más cortos de sesera que hace siete años. Disculpen las molestias.

El Ebro y sus disputadas aguas son la muestra perfecta de que los españoles vivimos empapados en nuestras trifulcas internas, tanto o más que en el saborcillo que nos deja en el cuerpo esa manía nuestra de querer ser los faros y guías del resto del orbe. Que siete años de crisis y miseria colectiva no son nada para hacernos pensar, y más se perdió en la guerra de Cuba. Nosotros a lo nuestro; cangrejos arrieros, siempre que se pueda marcha atrás.

¿Para qué pensar en dónde nos hemos equivocado? ¿Hay culpables a los que juzgar, o somos todos culpables en igual grado? ¿Hay vida más allá de nosotros mismos? ¿Sueño o pesadilla?

Siete años largos de sufrimiento, de pérdidas individuales y colectivas de derechos, de cierre de empresas y negocios, paro obrero, miseria, estafas bancarias, disminución de la capacidad de consumo, recortes en servicios sociales básicos, etarras y criminales en la calle sin cumplir sus condenas, políticos que se lo han llevado crudo explicando en los platós de televisión que no puede ser, que no se puede aguantar tanta corrupción y tal, y un largo etcétera. Y ahora resulta que no nos ha servido para otra cosa a los españoles que para volver al viejo hábito de despellejarnos entre nosotros por las mismas viejas tonterías de siempre: que si rojos, que si fachas, que si os gusta quemar iglesias, y a vosotros violar niños, y tú más, comunista, y tú franquista… Y mucha lanzada a moro muerto, mucha internacional y cara al sol con la camisa nueva.

Y yo pienso:

¿En siete años no hemos tenido tiempo y razones para descubrir algo nuevo bajo el sol que nos haga actuar como una misma unidad, en vez de envilecernos como tontarrones en una pelea a garrotazos por dios sabe qué?

¿No nos han engañado, estafado, robado y reído lo suficiente de nosotros para que reaccionemos todos a una en contra de tanto farsante y ladrón? ¡Muere, Fuenteovejuna!

duelo a garrotazosQue en siete años ni un político de altura se vea sometido al escrutinio de la justicia, salvo excepciones de medio pelo, cuando aquí ha robado hasta el manco a dos manos. Que el oligopolio empresarial de los tres o cuatro amigos del poder no sólo se lo lleven crudo, sino que incluso se les indemnice cuando incumplen las normas. Que los múltiples responsables de las estafas en las cajas de ahorro ni tengan que asomar el morro por un juzgado, quitando a los dos o tres cabezas de turco que incluso se han cobrado la pieza de un juez por el camino, conjunto a otras innumerables razones que si tuviera que reproducir me harían falta días escribiendo, no nos motive a los ciudadanos para estimular nuestras seseras, y pensemos de una vez que estos últimos siete años no pueden quedar en una anécdota sin peajes para los del trinque, pues  me duele.

Y así seguimos discutiendo sobre lo »insolidarios» que son algunos con el resto, o la moda de actualidad, que es azuzar el miedo sobre un posible gobierno de Podemos, que no sea que vengan a robarnos (…)

Y los parados, enfermos de Hepatitis C, enfermos en general, desahuciados, pobres, mindundis, parias, viejos y viejas, jóvenes con estudios, jóvenes sin estudios, gente normal y algún que otro despistado, que se fastidien. Siete años de crisis para terminar aceptando que esto es lo que hay; que siempre habrá ricos y pobres, que el mundo es así, que algo habrán hecho algunos para merecerse lo que les pasa, que hubiesen hecho como yo, que no viví por encima de mis posibilidades, y que ahora no es justo que tenga que pagarles sus excesos, y demás retahíla argumental de quienes se creen a salvo de la miseria pasada la borrasca, y que una vez vuelto el sol a préstamo a sus vidas, ya pueden otra vez criticar a los »que tiran el agua del Ebro y no la dan», o a esos que vienen a robarnos, o a los griegos: qué jetas estos que ganaban miles y miles de euros de barrenderos, y ya no te cuento de funcionarios, que ganaban en exceso más que aquí un ministro y tal, y tal…

¿Para todo esto hemos tragado siete años de crisis?

Y lo que nos rondará morena, porque ni hemos aprendido nada, ni dispuestos estamos a que nos enseñen.

Y »los del Ebro» tirando el agua al mar. Dónde se ha visto cosa tal.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.