23/06/2012- Chubut-.Argentina
Luego de los acontecimientos luctuosos ocurridos días pasados sobre la finca del empresario Blas Riquelme, en la comarca de Curuguaty, la Cámara de senadores destituyó al presidente Fernando A. Lugo, bajo la acusación de “mal desempeño de sus funciones”.
El día jueves pasado, la cámara de diputados resolvió solicitar al senado llevar adelante el juicio político a Fernando Lugo -con votación afirmativa del (PLRA) partido Liberal Radical Auténtico, aliado del gobierno- por 76 votos a favor, un voto en contra y 3 ausencias.
Los legisladores alineados a Lugo intentaron obtener una prórroga de 72 horas para ampliar la defensa del mandatario, pero la cámara les denegó el pedido.
En el día de ayer, doce cancilleres pertenecientes al UNASUR se hallaron presente en la capital de Paraguay, en apoyo del entonces presidente Lugo e hicieron manifiesto sus rechazos a cualquier ruptura al proceso democrático de ese país. A la vez y en una comunicación con una cadena internacional de noticias, el secretario general de la OEA (Organización de Estados Americanos), Miguel Insulza, sorprendido del giro cobrado en las últimas horas en esa Nación, indicó que lo máximo que podía hacer era enviar una misión para poder interceder.
Mientras se esperaba la sentencia del senado, grupos de manifestantes portando banderas Paraguayas y pancartas de diversos partidos, comenzaron a concentrarse en el micro-centro de Asunción con cánticos contrarios hacia la cámara del senado.
En la tarde del día de ayer, se leyó el dictamen de los senadores quienes con 39 votos a favor de la destitución, 4 en contra y 2 ausentes, se declaró culpable a Fernando A. Lugo, quedando de esta manera “separado de pleno derecho de su cargo como presidente”.
El nerviosismo que en esas horas imperó en los concentrados eclosionó inmediatamente al conocerse la destitución del Presidente. La furia de los manifestantes se descargó atropellando al cordón de seguridad que había formado la policía, originándose forcejeos y golpes, que terminaron con gases lacrimógenos y balas de gomas por parte de las fuerzas de seguridad y antidisturbios.
Un reducido núcleo de liberales festejó la destitución de Fernando Lugo de la presidencia de la República y aclamaron el nombre del entonces vicepresidente Federico Franco, quien en minutos más tarde asumiría el cargo de titular del Ejecutivo.
En el momento que estaban produciéndose los disturbios, el ex-obispo realizó su último mensaje a la nación desde el palacio de gobierno diciendo que, «no es Fernando Lugo el que recibe un golpe hoy, no es Fernando Lugo quien es destituido, es la historia paraguaya la que ha sido herida profundamente. Se han transgredido todas las normas de la defensa de manera alevosa y espero que sus ejecutores tengan en cuenta la gravedad de esto«, comenzó diciendo el mandatario.
«Aunque esto haya sido torcido, me someto a la decisión del Congreso y estoy dispuesto a responder por mis actos como ex mandatario«, manifestó.
«Esta noche salgo por la puerta más grande de la patria, por la puerta del corazón de mis compatriotas«, enfatizó que nunca a pertenecido, «a clases políticas, mafia ni narcotráfico«.
«Este ciudadano respondió y seguirá respondiendo a los compatriotas (…) Hoy me despido como presidente pero no como ciudadano«, anotó.
Dirigiéndose al pueblo dijo: «Que no se les niegue el derecho a dar su opinión. Hago un llamado a que cualquier manifestación sea pacífica. Que la sangre de justos no se derrame nunca más«.
Luego de agradecer a diversos sectores sociales, FFAA, fuerza pública, e incluso a la prensa: «Este ciudadano paraguayo quiere agradecer profundamente a todos los paraguayos y paraguayas que pusieron su hombro, su tiempo, para consolidar esta democracia«.
Se despidió expresando que pueden contar «con su amigo Lugo«. «¡Viva el Paraguay!«, luego de lo cual se retiró de la casa de gobierno.
Varios países ya se han manifestado contra la destitución, como Brasil, a través de su presidente, Dilma Rousseff, que con dureza exigió que Paraguay sea separado tanto del MERCOSUR (Mercado Común del Sur) como de la UNASUR (Unión de Naciones Sudamericanas), por considerar que se violan cláusulas democráticas que las preservan.
El Presidente de Ecuador, Rafael Correa, también rechazó el juicio político, considerándolo “un golpe ilegítimo”. Argentina y Venezuela también se adhieren a desconocer en la figura de Federico Franco como interlocutor legítimo de Paraguay.
Por su parte el presidente peruano Ollanta Humala calificó la destitución del presidente de Paraguay, Fernando Lugo, como «un revés al proceso democrático en la región que obliga a nuestros países a mantenerse vigilantes».
EEUU, se expresó por intermedio de la portavoz del Departamento de Estado, Darla Jordan, en un comunicado hecho a una agencia de noticias, urgiendo a los Paraguayos a actuar en el espíritu de los principios democráticos, en forma pacífica, con calma y responsabilidad.