Sin esperar nada de la política ni de los políticos la crisis sigue su curso mientras nadie hace nada y parece ser que no hay prisa por hacer cambios de ningún tipo, la economía sigue por los suelos y la bolsa le va a la zaga ,los ahorradores miran con preocupación sus finanzas ,las cuales han menguado a causa de la subida de impuestos ,nada ha cambiado desde enero hasta hoy ,solo que la ciudad es algo más gris ,mas triste y el número de comercios abiertos es menor ,pero no parece importar a la clase política que sigue enfrascada en sus cuitas ,basadas en él y tu mas.
Los partidos políticos son esas sectas donde uno si es obediente y sumiso puede labrarse un futuro esplendido, sin pelearse con el mundo real, que todos sabemos que es más duro que el político donde no hace falta pensar en demasía porque ya se sabe los políticos no piensan tienen asesores que piensan y deciden por ellos, con lo que no les hace falta mancharse las manos para tomar una decisión.
Las decisiones políticas son las más fáciles de tomar ,piensa uno y determina otro su cumplimiento ,la casta política continua su alejamiento del mundo real que va por un lado y los políticos por otro ,lo malo es que los ciudadanos no podemos desterrar a toda esta gente a Siberia ,sin sueldo nos ahorraríamos muchos problemas y quebraderos de cabeza.
El mundo sería perfecto sin políticos profesionales que un día decidieron que el mundo real se les quedaba pequeño y se subieron a un tren del que no quieren bajar, pues hacerlo supondría volver a tener que demostrar sus cualidades profesionales que no siempre son las mejores.
El político es ese extraño ser que un día probo la moqueta, el coche oficial y algunos lujos que son golosos y de difícil renuncia. A parte de que su economía después del paso por la política queda my saneada por la posibilidad de acumular varias pensiones ,en función de los cargos ostentados en la carrera política.
El resto de mortales tenemos prohibido acumular más de una pensión cuando se nos obliga a retirarnos, pero el político tiene la habilidad de fabricar leyes favorables exclusivas y a las que solo tiene acceso la casta política.
Estamos en un país extraño donde abundan dos tipos de bípedos implumes, los que quieren ser funcionarios y los que quieren ser políticos profesionales pues ambos tienen condiciones laborales ventajosas.
El resto somos unos seres que solo pagamos el sueldo de políticos, funcionarios y algunos mas pero sin derecho mas allá del pataleo, mientras nuestros bolsillos son pozos sin fondo donde ya no habita ningún euro.