El anuncio velado de que la Reserva Federal de EEUU (Fed) pueda retirar sus medidas de estímulo a la economía estadounidense (QE3) en el segundo semestre del 2013 (en la actualidad, destina 85 millones de $ mensuales a la compra de activos) aunado con los buenos datos del desempleo en EEUU y los decepcionantes resultados semestrales presentados por Wal-Mart ha provocado el nerviosismo en Wall Street, con el Dow Jones de Industriales rozando la barrera psicológica de los 15.000 puntos y el Nasdaq 100 y el SP 500 cediendo soportes clave, hechos que confirmarían la irrupción de un patrón de giro bajista que por mimetismo se extrapolará a las bolsas asiáticas y europeas.
Foto: Alberto Carrasco CasadoAsí, el Sensex-30, (índice de referencia de la Bolsa de Bombay), sufrió su particular viernes negro con una caída histórica del 3, 97% , arrastrado por la fuerte depreciación de la rupia frente al dólar ( superando las 62 unidades) y sumiendo en la preocupación al país asiático por una economía errática que no consigue enderezar su camino. La economía india sería la tercera más potente de Asia tras China y Japón, pero adolece de una severa dependencia de capital extranjero para sus transacciones comerciales, por lo que la pertinaz devaluación de su moneda (más del 15% desde el mes de mayo), incrementará su ya desbocado déficit comercial que en el pasado ejercicio fiscal se elevó hasta rozar los 200.000 millones $ , con los consiguientes efectos constrictivos en el comercio mundial.
Ello aunado con el preocupante dato de actividad manufacturero de China del mes de Julio que según el Ándice gerente de compras (PMI) del HSBC demuestra que este sector se contrajo por tercer mes consecutivo tras siete meses ininterrumpidos de expansión ( la actividad industrial del mes de Julio sería de 47,7 puntos, por debajo del nivel de 50 puntos que indica expansión) y las pesimistas previsiones del Banco Mundial (BM) que ha reducido sus previsiones de crecimiento global para el 2.013, hará que los bajistas acaben alzándose con el timón de la nave bursátil mundial.
La burbuja actual sería hija de la euforia de Wall Strett (y por extrapolación del resto de bolsas mundiales) tras las políticas monetarias de los grandes bancos centrales mundiales que han inundado los mercados con centenares de miles de millones de dólares y euros con la esperanza de relanzar la economía, más aún cuando las colocaciones sin riesgo ( deuda de EEUU o de Alemania), no retribuyen nada a los inversionistas y su previsible estallido vendría motivado por los siguientes factores:
Racionalidad limitada : La desconexión con la realidad por parte de los inversores les llevaría a justificar la exuberancia irracional de los mercados ( creándose un mundo virtual de especulación financiera que nada tendría que ver con la economía real) y a extrapolar las rentabilidades actuales como un derecho vitalicio, lo que aunado con la pérdida de credibilidad de las agencias de calificación como Moody’s (al no haber predicho la actual crisis), coadyuva a que el mercado permanezca insensible al recorte de rating de las compañías que cotizan en la bolsa.
Especulación: El proceso especulativo impulsa a comprar con la esperanza de sustanciosas ganancias en el futuro, lo que provoca una espiral alcista alejada de toda base factual. Así, el precio del activo llega así a alcanzar niveles estratosféricos hasta que la burbuja acaba estallando (crash) debido a la venta masiva de activos y la ausencia de compradores, lo que provoca una caída repentina y brusca de los precios hasta límites inferiores a su nivel natural, dejando tras de sí un reguero de deudas ( crack bursátil).
Incertidumbre sobre el nivel suelo de los valores bursátiles: Un inversor está dispuesto a pagar un precio por una acción si le reporta dinero en el futuro, por lo que el valor de dicha acción es el total de flujos esperados. El nivel suelo de las Bolsas mundiales, (nivel en el que confluyen beneficios y multiplicadores mínimos), se situaría en la horquilla de los 11.000-12.000 puntos en Mercados Bursátiles como el Dow Jones, debido a la mayor virulencia y profundidad que presenta la crisis económica y muy lejos de los estratosféricos valores actuales (superando los 15.000 puntos y rememorando valores de 2007).
Repunte de las commodities: Teniendo en cuenta que EEUU maneja los inventarios de maíz más bajos desde el año agrícola 1995/96, que se trata del principal exportador mundial de trigo, maíz y soja (porcentajes del 22% , 32% y 37% respectivamente) y que es previsible el regreso de la especulación de la mano de los fondos de inversión agrícolas , no sería descartable que los precios de las commodities agrícolas (trigo, maíz y soja), se disparen en el segundo semestre del 2013.
Por otra parte, el precio del crudo ha sufrido un alza inesperada debido a la explosiva situación interna egipcia, pues el mayor peligro de la larvada guerra civil egipcia sería el cierre del Canal de Suez o el gran oleoducto Suez-Mediterráneo (SUMED) que pasa cerca de El Cairo, (esta zona es considerada como uno de los puntos más importantes para el comercio mundial ya que transporta 2,4 millones de barriles de crudo al día,lo que representa casi 3% de la demanda mundial diaria de petróleo), lo que provocará que los precios del crudo se mantengan en niveles cercanos a los 115 $ el barril, subida que tendrá su reflejo en un salvaje encarecimiento de los fletes de transporte y de los fertilizantes agrícolas que podría ralentizar la recuperación económica de Estados Unidos y de la UE y agravar los problemas de desnutrición endémica de ciertos países del Tercer Mundo.
Final del rally alcista: Los inversores han empezado a sentir el vértigo de la altura al haber alcanzado los parqués valores estratosféricos, por lo que habrían decidido reducir su exposición a los valores bursátiles ante el incremento de la volatilidad producido por el recorte de las previsiones de beneficios para el conjunto del año de las grandes corporaciones industriales de EEUU y de sus decepcionantes resultados, de lo que serían paradigmas Wal-Mart y Cisco.
Así, el mastodonte de la distribución Wal-Mart habría obtenido en el segundo trimestre unos resultados decepcionantes, (caída de las ventas comparables de un 0, 3% frente a la subida del 0,7% según el consenso de Reuters) y recorta sus previsiones de beneficios para el conjunto del año, lo que puede ser un indicador de que el consumo privado, (principal motor de la economía estadounidense al representar más de dos tercios del PIB) se estaría ralentizando. Dicho análisis se completaría con la decisión del gigante de la computación Cisco de reducir 4.000 empleos (el 5% de su plantilla), debido a la caída de ventas en China (5%) y a pesar de obtener unos resultados positivos (aumento del 18%), con lo que la volatilidad extrema se impondrá en los parqués mundiales.
¿Hacia un nuevo crash bursátil?: Ello aunado con el riesgo de un default controlado de los países periféricos europeos (Grecia y Malta), las dudas sobre la capacidad de endeudamiento de EEUU (rondando los 20 Billones $), el estallido de la burbuja inmobiliaria en China (la inversión enfocada en el sector inmobiliario aumentó un 22 % entre enero y julio, por lo que los expertos estiman que de producirse dicho crash causaría un impacto a nivel global 10 veces superior al que provocó el colapso del emirato petrolero de Dubai), la existencia de factores geopolíticos desestabilizadores ( Egipto, Libia, Siria, Venezuela e Irán) y el regreso de la especulación a las commodities de la mano de los fondos de inversión, podría producir una psicosis vendedora y originar un nuevo crack bursátil en el tercer trimestre del 2013.
Dicho estallido bursátil tendría como efectos benéficos el obligar a las compañías a redefinir estrategias, ajustar estructuras, restaurar sus finanzas y restablecer su crédito ante el mercado y como daños colaterales la ruina de millones de pequeños inversores todavía deslumbrados por las luces de la estratosfera, la inanición financiera de las empresas y el consecuente efecto dominó en la declaración de quiebras.