En los últimos días aparecen continuamente fotografías comparativas en las que se pueden ver a la Sra. Ministra del Trabajo italiana rompiendo en lágrimas mientras anunciaba recortes a los pensionistas. Por otro lado, un Parlamento español en jolgorio y aplaudiendo a un Jefe del Ejecutivo que se estaba cargando los logros de treinta años de los trabajadores y una diputada que aclamaba sus alegrías diciendo ”Que se jodan” mientras nos anunciaban recortar las prestaciones por desempleo.
Una Sra. Diputada que nunca tuvo que ir a buscar trabajo, ya que como tantas otras, liberadas políticas, hijas de, entran en las listas electorales sin grandes esfuerzos. Esa es una de las realidades españolas, entregarles la representación del poder ciudadano a quienes no lo merecen.
Hace ya tiempo que vengo diciendo que el Gobierno, no tiene como objetivo principal sacar nuestro país de las crisis económica. Sus objetivos son mucho más retorcidos: marcar la diferencia entre trabajadores y patronal, o dicho de otra forma, entre ricos y pobres. La pequeña burguesía española nunca ha podido soportar una clase obrera que cada vez se le acercaba más en poder adquisitivo, unos hijos de trabajadores universitarios y tan o más capaces que sus privilegiados hijos.
Vivimos unos momentos de peligrosa inestabilidad. Los españoles y españolas cuando levantan la cabeza orgullosos no hay quien les pare. Un Gobierno no puede dedicarse a masacrar a quienes tienen poco y privilegiar a quienes tienen mucho.
Ver las retrasmisiones de las comparecencias en el Parlamento se ha convertido en un circo. Aplausos a la mala gestión y un jefe de la oposición que no sabe qué decir, aparte de pedir un pacto de Estado. ¿Un Pacto de Estado? ¿A un Partido que tiene mayoría absoluta en el Parlamento, qué quiere decir, ponerse a su servicio, ser su descarga culpas? ¿Y quién defiende la realidad social, el hambre que empieza a rondar millones de familias españolas?
La única esperanza una intervención de la Unión imponiendo un Gobierno técnico, y puedo decir con orgullo que toda mi vida he defendido la democracia.