Los políticos, los buenos políticos que necesitamos, han de pensar en planificar para el futuro; los políticos miserables son sólo aquellos que sólo piensan en las próximas elecciones y como ganarlas al precio que sea; puesto que ello es lo que lleva a las situaciones que hoy tenemos encima y que (ojo) aún no han tocado fondo… es más; por cuanto de “idas y venidas se vienen celebrando”; los inútiles que dicen gobernarnos, no tienen ni la más mínima idea de cuándo acabará esta recesión que soportamos. Y es recesión, por muchas mentiras “adobadas” que quieran echarnos encima.
La población mundial ha entrado ya en los siete mil millones de habitantes; por tanto la lógica obliga a pensar en lo primero que estos necesitan y que es claro que será la alimentación; cosa que si hoy es problemática por diferentes motivos y el peor de todos el de la especulación; de los bandidos que especulan con alimentos de primera necesidad… en lo sucesivo lo va a ser mucho más. Y como soy español, hablo primero de mi país; el resto… “que cada cual haga lo que tiene que hacer, puesto que aún sobra tierra para abastecer a todos… y además hay tecnología para mucho más”.
Primero me boy a remontar a nada menos que hace mil quinientos años; donde un después, santo y no sólo de la Iglesia Católica sino igualmente de la Ortodoxa Griega, escribía lo que sigue… pues era español y así lo manifestaba ya entonces, en sus escritos… considerados como la primera enciclopedia escrita y él el primer enciclopedista europeo… “por lo que da risa leer y oír que España no es España aún.
Está claro que me estoy refiriendo a Isidoro de Sevilla, o San Isidoro para las dos iglesias citadas… “y algunas otras más de las ramas desgajadas del Cristianismo”.
“Contra lo que algunos piensan, la primera enciclopedia del mundo occidental no apareció en Francia en el siglo XVIII, sino en España y en el siglo VI, es decir; mil doscientos años antes. La obra en cuestión, que si titulaba “Etimologías”, sigue siendo de lectura altamente recomendable ya que contiene pasajes muy valiosos, como por ejemplo, el siguiente.
“¡O España! La más hermosa de todas las naciones que se extienden desde Occidente hasta la India. Tierra bendecida y feliz, madre de muchos pueblos… de ti reciben la luz el Oriente y el Occidente. Tú honra y prez de todo el orbe ; tú, el país más ilustre del globo (ya reconocía la redondez de la Tierra)… No hay en el mundo región mejor situada. Ni te abrasa el estío ni te hiela el rigor del invierno sino que, circundada, por un clima templado, te nutren céfiros blandos. Cuanto ha de fecundo en los ejidos, de precioso en las minas y de provechoso en los animales, tú produces…”.
Aquel Gran Isidoro, que por cierto era nativo de lo que (“después a la llegada de los musulmanes”) se denominó, “Al Ándalus” (sugiero vean y lean su gran historia); fue un inteligentísimo visionario de lo que vivió y vaticinó… y entonces no existían ni la OTAN, ni los norteamericanos (que por cierto sus principales bases europeas están en tierras y mares de la hoy Andalucía); pero él ya sabía de estrategia como gobernante de “rebaños”… y lo que estos necesitaban no solo para vivir sino igualmente para prosperar; pero dejemos aquí a San Isidoro y el que quiera saber más, que busque y lea.
La España de hoy (“si es que se consolida como nación y se termina, por las buenas o las malas, con tanto capullo separatista como aún anida aquí”) tiene tierras y climas (tenemos todos los climas de Europa y algunos semi tropicales y que no hay en la misma, nada más que aquí, en las costas andaluzas)… tiene tierras y climas (repito) suficientes como para auto abastecernos de alimentos de todo tipo y además exportar, es por lo que ese va a ser “nuestro petróleo futuro”; sencillamente por cuanto el ser humano, lo primero que necesita es comer.
De ahí que nuestros futuros políticos, en vez de pelearse… “como verduleras o inquilinos de un burdel” (con perdón para tales profesiones) debieran pensar, en hacer un balance exhaustivo, de las tierras que posee España, lo que se puede producir en ellas para el consumo humano, para los suplementos necesarios para la cabaña ganadera e ir arbitrando normas sensatas, para que sobren alimentos… ni que decir tiene, que igualmente hay que cuidar las aguas, “saladas y dulces”, para que en ellas prolifere el pescado, como en tiempos pasados proliferaba; ya que nuestras costas eran de las más productivas de toda Europa; pero que por políticas de desastre, han terminado por ser esquilmadas en muchos kilómetros de ellas… pero todo tiene remedio.
Por descontado, que en todo aquel terreno en que no pueda sembrarse nada para alimentar a la gente, debe ser repoblado con árboles de todo tipo (muchos de ellos también producen alimentos) y para que en lo posible, vuelva a ser esta tierra, lo que creo relató el historiador (Estrabón, creo recordar) el que dijo aquello de que… “una ardilla podía cruzar España (Iberia o Hispania – me da igual) desde los Pirineos hasta las costas del sur… “sin bajarse de los árboles”… cosa que fue desapareciendo del mapa, por los incendiarios de todos los tiempos y que aún abundan aquí… como recientemente se ha demostrado por los múltiples incendios en Galicia… que como región más húmeda y lluviosa, es inexplicable esa plaga, salvo que sea realizada por bandidos que debían ser…? “mejor lo dice usted que lee este artículo”; yo hoy me lo reservo.
¿Cuántos millones de puestos de trabajo y totalmente productivos para crear riqueza se obtendrían? Yo no lo sé, desde luego… pero imagino, que los suficientes para que el paro en España dejara de existir. Es claro que todo ello no se puede realizar en una campaña de cuatro años de política… que además va encaminada simplemente a destruir al contrario, aunque de paso se destruya España… pero esa no es nuestra responsabilidad de individuos “sojuzgados y totalmente indefensos”; la responsabilidad es de esos otros que… “se atreven a ir a la política para mandar”.