Es noticia del día que el Bundesbank propone elevar la edad de jubilación en Alemania a los 69 años para favorecer a largo plazo el pago de pensiones a una población que envejece.
- Para favorecer ese proceso, el Bundesbank propone aumentar los impuestos un 24 % sobre el salario bruto de los alemanes.
- Hace tiempo que estamos viendo esta deriva del neoliberalismo presionando para aumentar la edad de jubilación, primero a los 67 años y ahora da una nueva vuelta de tuerca.
No es de extrañar que lo intente dado la poca resistencia que encuentra entre los dormidos pueblos de Europa, que prefieren acogerse a planes privados de pensiones que es lo que quieren los especuladores financieros.
Esto de saquear los bolsillos de los trabajadores es una parte de la cuestión, pero no es una cosa baladí, porque va unida a otras como es la difícil conciliación de la vida laboral y familiar, y la escasa ayuda pública que tienen las familias con hijos.
Así que entre unas cosas y otras, estas optan por tener menos o no tener ninguno. ¿Consecuencias? La población europea autóctona envejece irremediablemente. En España, por ejemplo, este año ha sido el primero en toda su historia en que el número de muertes supera al de nacimientos. España envejece.
Por otra parte, la población inmigrante acogida en toda Europa – también en España- tiende a aumentar, y también su índice de natalidad. Esto a Europa le viene bien, porque no solo tendrá repuesto laboral, sino generacional (que no se alarmen los xenófobos), pues antes o después- si todo sigue como hasta hoy- todo este continente será de acogida para todos aquellos que huyeron en su día del hambre y de las guerras de las que Europa tuvo su parte de culpa en África, Oriente Medio y América Latina.
Europa seguramente será mestiza, y, por tanto, otra.
Y es que esta de hoy no solo está llenándose de geriátricos, sino – y esto es más grave- vaciándose de principios éticos y sociales.