Error económico: Es la pescadilla que se muerde la cola, si recortamos, recortamos y recortamos, reducimos la actividad económica, con ello recaudamos menos y provocamos nuevos recortes para paliar la caída de ingresos, lo cuál redundará en recortes adicionales. Solución: algo tan sencillo como el efecto multiplicador keynesiano actualizado a nuestros días. Generemos actividad económica, con ello incrementaremos la recaudación pública y podremos pagar nuestras deudas.
Ante el vicio de pedir…: Los mercados piden, piden y siguen pidiendo, buscan su ventaja, sus beneficios en el corto plazo, ahora somos España e Italia, pero mañana será otro país, no les importa el futuro sólo su cuenta de resultados del próximo año. Los mercados no son los culpables de la situación, juegan sus bazas en su propio beneficio, son los gobiernos, los políticos de mediocridad suprema que nos dirigen, los que se muestran incapaces de mirar más allá de sus narices y comprender que el beneficio de la sociedad se construye en el corto plazo pero con la vista puesta en el largo.
Recortemos lo fácil: Sanidad y educación son recortes relativamente sencillos, sí provocan algunas «algaradas» callejeras y de vez en cuando se sale ridiculizado en los periódicos, pero no afectan a la opción de recolocación posterior a la vida pública. Pero cada céntimo que recortamos en los presupuestos de sanidad y educación provoca un retraso de un mes en nuestro bienestar social y en nuestro progreso como sociedad, ¡echa cálculos de lo que hemos retrocedido ya! ¡Sí a la eficiencia en sanidad y educación, pero no, absolutamente no, a los recortes!
¿Cobran mucho nuestros políticos?: Depende. El sueldo nunca se puede medir en términos absolutos sino que debe de estar directamente relacionado con la productividad. En función de ello nuestros políticos cobran demasiado ya que su productividad es nula y su incapacidad manifiesta. Apostemos por sueldos más altos para nuestros políticos con el objetivo de atraer a las verdaderas figuras de la sociedad hacia la vida pública, basta con recortar el número de asesores y destinar este dinero que ahora regalamos por favores debidos a pagar a quien realmente se lo merece.
PS: ¿Será la caída del Rey de hoy una metáfora del futuro de España?