Sociopolítica

PIRATAS Y BANDIDOS

Cuándo esto escribo, estoy oyendo por la radio que de nuevo otros piratas han tratado de atacar a un barco español en Somalia; si bien esta vez han sido repelidos por los mercenarios contratados y armados por el Ejército Español, previo pago de su importe. Ello demuestra que esos piratas saben de la debilidad de España y ven en ello una fuente enorme de ingresos. Recordemos que por el segundo atunero secuestrado han recibido casi tres millones de euros, según se dice.

Yo entiendo a los piratas y los entiendo por cuanto con la imaginación me sitúo en su lugar y pienso que han de llegar a esa situación desesperada en que da igual matar que morir, puesto que hay que vivir y si esa aventura aparte de dinero abundante y bastante fácil  por  lo que estamos viendo… les da fama entre los suyos… ¿qué les importa todo lo demás, si además a los que piratean están pirateando y esquilmando sus mares y sus tierras las tienen devastadas por la civilización que los representa?

Sí, yo entiendo a esos  piratas aunque no comparta los hechos que realizan.

Lógico que aumenten los piratas en esa zona; seres desesperados sin porvenir, con sus países devastados y tiranizados y a los  que además les  ayudan bandidos de occidente y que viven en lujosos palacios: ¿cómo se puede permitir que los que pertenecen a los intereses occidentales se presten a estos sucios negocios? No lo  entiendo.

Máxime cuando se dice que es en Londres; donde organizaciones legalmente establecidas, les sirven de intermediarios, asesores e incluso de defensores de los piratas que caen en manos de las justicias occidentales. Inglaterra se caracterizó por su implacable persecución a la piratería y por colgar de los  palos de sus naves a aquellos piratas que eran apresados en cualquier lugar del mundo. Es claro que hay que recordar que ellos mismos armaron e incluso ennoblecieron a famosos piratas; por cuantos éstos aportaron ingentes bienes a  la corona británica: eran otros tiempos y aquellos  piratas «eran nobles piratas al servicio de la corona británica».

Entiendo (pues) a los piratas somalíes, pues son de esa clase de gente que deja miles y  miles de muertos en todos los caminos del mundo (mares incluidos) y que simplemente buscan un  lugar donde vivir en paz y con ciertas comodidades y de los que Europa ya está bastante invadida. Y aunque la mayor parte del dinero que se obtiene de esos raptos o captura de barcos, no les llega nada más que una mínima parte (el resto se lo  llevan los buitres que los dirigen, manejan y  defienden) pero esa parte para ellos son cantidades fabulosas y que nunca trabajando, lograrían a lo largo de toda su vida.

La hipocresía occidental, llega hasta el que cuando se han dado las noticias, siempre se ha hablado de pescadores españoles; nunca de que más de la mitad de los marineros raptados eran africanos o de otros países tercermundistas; por lo visto «no vale  igual la vida de estos que la de  los otros»; a los que hasta les han fletado un avión para que sus familias vayan a reunirse con ellos  y hagan el viaje de regreso juntos.

En fin… es la vida y los hechos lo demuestran; por tanto esa piratería seguirá y por cuanto el remedio a imponer… «quizá sea peor que la enfermedad»: ya veremos.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.