No sé muy bien si los valencianos y valencianas terminan de darse cuenta de lo que significa que la agencia de calificación Standard & Poors (S&P) haya rebajado la deuda a largo y corto plazo de la Generalitat Valenciana, de BBB- a BB, «bono basura»… y además mantenga la situación de la deuda en Credit Watch Negativo…
Tampoco sé muy bien si la Vicepresidenta del Gobierno, cuando canta su saeta, tan bien aprendida y que suena a rancio: “debido a la herencia de los socialistas” , termina de darse cuenta de que el PP gobierna en la Comunidad Valenciana el doble de años que han gobernado España los socialistas.
Pero la realidad es mucho más grave que 15 años de colegios con barracones alquilados donde pretender educar a nuestros hijos, que se corte la luz en las escuelas durante una ola de frío polar, que se cierren quirófanos y servicios de radiografías… En realidad, la Comunidad Valenciana está en la más pura ruina financiera, porque no hay dinero ni para pagar a los funcionarios, y se podría agregar social, porque cada día la Fiscalía Anticorrupción imputa a un nuevo dirigente político.
Ya en el Congreso de PP en Sevilla, el Presidente Fabra le indicó al Presidente del Gobierno de España que posiblemente habría que intervenir la Comunidad Valenciana… Eso, que parece una anécdota, puede significar la pérdida de los derechos constitucionales que con tantos esfuerzos y luchas hemos conseguido. Un Gobierno cercano a los ciudadanos para mejorar los pueblos y ciudades de la Comunidad. Ahora es S&P quien lo aconseja, por la incapacidad del Gobierno del Partido Popular en gestionar los intereses de los valencianos.
Solo me duele que las proclamas del Gobierno del Partido Popular sean palabrería, y que lo de sancionar a los malos gestores se quede en agua de borrajas, al ver la sonrisa circunstancial del ex presidente Camps ocupando su escaño en las Corts.