EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
Vaya por delante el dejar bien claro que está muy lejos de mi intención hacer un juicio de valor sobre el trabajo que desarrollan nuestros parlamentarios en el Congreso de los Diputados o en cualquier otro foro político, ya sea en el Senado o en los autonómicos.
Dicho lo anterior, paso a comentar un hecho que me ha llamado, una vez más, la atención por no ser la primera vez que ocurre. El pasado día 22 se sometió a votación en el Congreso de las Diputados si se apoyaba o no la decisión del Gobierno de Zapatero de enviar aviones y barcos de guerra para coadyuvar a parar la masacre que el dictador Gadafi está llevando a cabo contra el pueblo libio. Como es sabido se produjeron tres votos en contra y una abstención, nada llamativo si tenemos en cuenta que cada cual es libre de votar lo que en conciencia considere que se ajusta a su modo de pensar y ver las cosas. Pero lo de la abstención no se puede dejar pasar por alto porque no ha sido un voto consciente sino que fue por error.
Sabido es que todos los diputados del PP votaron a favor de la decisión gubernamental, todo menos uno: El que se abstuvo. Resulta que hubo un diputado popular que se equivocó de botón y pulsó el de abstención. No es que yo quiera dar a entender que hay diputados que no hacen nada, todos ellos tienen su función, muy digna, pero todos sabemos que hay diputados que tienen menos trabajo que otros. Los hay con cargos y cometidos de responsabilidad y de participación directa en los debates en comisiones y plenos y los hay también cuya misión es de simple apoyo, apoyo que en la mayoría de los casos se concreta en apretar el botón según les indique por señas el diputado de su grupo encargado de este menester en qué sentido deben de emitir su voto. Es decir que su misión, muy digna, repito, es única y exclusivamente esa, la de votar. Pero por lo visto los hay que a la hora de la verdad, la de apretar un simple botón, se despistan y el poco trabajo que tienen que desarrollar lo hacen mal. La verdad es que al parecer alguno de estos no se ha percatado aún de que está ejerciendo un cargo de responsabilidad y que por lo tanto hay que prestarle el máximo de atención y no crear episodios que no hacen más que generar críticas, chistes y una cierta decepción en los ciudadanos.