DecÃa mi padre, un hombre con gran experiencia de vida: “El Tiempo pone cada cosa en su sitio†y los hechos nos demuestran que algo hay de cierto en aquel dicho popular.
Cuando vemos los vÃdeos que circulan por las redes sociales, en los que el lÃder de PODEMOS, con una camisa roja estilo ‘revolución Bolivariana’, halaga al presidente de Venezuela, diciéndole: “Su paÃs si que tiene una auténtica democraciaâ€, un paÃs en el que los lÃderes de la oposición están en la cárcel, parece muy duro de entender, siendo él precisamente ‘oposición callejera’.
Pero es aun más difÃcil de entender, en un paÃs democrático como España, que la única lÃnea de mando en este Partido sea la de los amigos del lÃder, quienes de una u otra manera consiguen el máximo poder en sus regiones… y que responda a las primeras crÃticas acosando a quienes se atreven a expresarlas, solo puede demostrar que lo suyo no es precisamente regenerar la democracia, sino manipularla en su beneficio.
Pasan de la extrema izquierda a la extrema derecha, como su admirado Alexis Tsipras, que ha pactado para formar Gobierno con un Partido de extrema derecha alineado con el FN de Le Pen en la Unión Europea.
Empieza la revolución “PODEMOS†o la lucha por una poltrona. Un grupo de afiliados crÃticos de Alicante hace estallar la asamblea que les sostiene y, según ellos, han registrado un nuevo Partido para presentarse a las municipales y competir, precisamente, contra esta fuerza que empieza hacer aguas por todas sus muradas…
De sus eslogan “Vamos a cambiar Europa†que les diera 5 diputados, muy poco queda, ya que en vez de estar haciendo el trabajo que le encomendaron sus electores en el Parlamento Europeo prefirieron montar una manifestación callejera para, con palabrerÃa y eslogan de los años 30 (cuando un 70% de españoles y españolas eran analfabetos), reivindicar ser el lÃder de la oposición española, sin haberse presentado todavÃa a unas elecciones, en vez de hacer creÃbles sus promesas en la importante Asamblea de la Unión Europea que se estaba llevando a cabo en aquellos momentos.
Solo los charlatanes callejeros que adoran mirarse en un espejo para el halago de su verborrea, pueden tener semejantes comportamientos.