En su continuada campaña electoral, los líderes de Podemos mantienen un discurso vergonzosamente cambiante. Y no me refiero a la simple realidad de que en sus inicios se declaran Marxistas-Leninistas y en la actualidad se definen como Social-Demócratas… Me refiero principalmente a los últimos hechos y declaraciones de su líder, que va definiendo su estrategia electoralista a golpe de encuestas sobre intención de voto.
En el pasado definía a los dos grandes partidos del país como PPSOE. Decía que son dos partidos iguales, y los causantes de todos los males de una España que, desde el 78 hasta la actualidad, solo nos han traído “represión” y falta de “democracia”. De pronto, hace declaraciones afirmando haber tenido conversaciones secretas con el expresidente Zapatero, en las que le alabó por las leyes sociales aprobadas durante sus mandatos…
Tiene la suerte, y nosotros la desgracia, de que Zapatero, desde siempre y por mucho que lo menosprecien u ofendan, siempre da la callada por respuesta. Es una de esas pocas personas que siguen pensando que el tiempo pone a cada persona en su sitio.
La realidad es mucho más cruel. Los supuestos ‘defensores de los trabajadores, de los desahuciados’, tienen soluciones demenciales, nunca vistas. Resulta que en realidad, son hijos de papá, bien alimentados, codeándose con los famosillos, gentes que crean empresas unipersonales (sin trabajadores) que facturan más de 400.000 euros en dos meses y con una rentabilidad del 86% en el ejercicio de 2013… (podría estar fundada para ‘importar cobros desde el extranjero’). El líder de Podemos en Barcelona, es hijo de una de las personas más ricas de Cataluña. El secretario General de Madrid, es catedrático en la complutense y se le podría definir como de la alta casta de personajes con sueldos superiores al de cualquier político.