POEMA A LA SELECCIÁN ESPAÑOLA DE FÁšTBOL
No duerme nadie en España.
Caen los últimos granos de arena
que anuncian la hora señalada.
Nuestro ejército carmesí se encamina
por la verde alfombra a la batalla.
Altos muros de lengua germana
se levantan frente a la portería,
firmes y desafiantes clavan su mirada.
Los soldados de rojo,
de pies ágiles y alegría en las entrañas,
se hermanan por la conquista
del trofeo dorado,
cáliz con roja sangre de resurrección.
La historia no recuerda perdedores,
ni el más fiero ni el más fuerte
llenan sus páginas escritas.
No bastan intenciones
ni altas Torres inmóviles
frente a la portería.
Jugar mejor, driblar al contrario,
galopar por las bandas
y engañar con la mirada
mientras se acaricia el balón,
hacia la red, dentro del arco,
trazando una maraVillosa jugada.
Gol y victoria.
El verde se tiñe de rojo apasionado.
Suenan las vuvuzelas,
el negro continente se hace andaluz,
madrileño, gallego, catalán.
Los españoles queremos
hacer nuestro sueño realidad,
aprender a ganar,
ser lo que nunca fuimos,
campeones del mundo de fútbol,
reyes del balón.
Helena Trujillo