Sociopolítica

Póker sin faroles

Las migas del almuerzo

Es evidente que Wikileaks se ha convertido en una peligrosa y amenazante bomba de racimo para los gobiernos del mundo. Su inaudita e imprevisible lista de filtraciones trae de cabeza a más de un mandatario y su nuevo golpe de efecto, un derechazo directo a la quijada de la diplomacia estadounidense, ocupará portadas durante días. Aunque, dicho sea de paso, pocas novedades haya aportado a la servil concurrencia, que ya intuía de antemano las opiniones que los yankees tienen de todo aquello que no sea propiamente americano.

Si acaso queda al descubierto la sospecha, que era otra verdad de perogrullo, de que la diplomacia es sólo un conjunto de palabras bonitas con que maquillar el verdadero pensamiento. Que para el Tío Sam, el señor Zapatero no sea más que un “izquierdista romántico y trasnochado” no supone ninguna novedad. En todo caso, si esa es la opinión diplómatica que se tiene del presidente de España, me gustaría saber qué opinión tienen los “cables” embajadores sobre Obama. Ante lo cual yo respondería con otra oleada de filtraciones, sin wikis de por medio y en su mismo lenguaje de taberna, acerca del crédito que merece el gobierno de los EE.UU. en las altas instancias del resto de países. Seguramente no le quedarían a la zaga.

Mención aparte merece la patética (y trasnochada, si se me permite) declaración de la Sra. Clinton, amenazando, casi a puño cerrado, con hacer justicia con los responsables de las filtraciones. Me viene a la memoria ese marido infiel que, pillado en faena de cornamenta, en lugar de agachar la cabeza y reconocer errores, clama contra el amigo que avisó a su parienta de lo que estaba sucediendo.

Lo peor de todo (o lo mejor, según se mire) es que parece que los gobiernos mundiales en general, y Washintong en particular, se han topado con la horma de sus coturnos. Pues ante las amenazas que veladamente caen sobre ellos, los responsables de Wikileaks responden con más avisos de filtraciones futuras. En esta gigantesca partida de póker que se ha desatado, por primera vez el supuesto débil parece jugar con las cartas marcadas sin que nadie pueda impedírselo. Ya han dejado caer que la siguiente bomba de racimo irá destinada a la línea de flotación de los bancos. Aunque ya sepamos de antemano lo que van a desvelar, siempre es bueno que alguien coloque las cartas sobre el tapete y conozcamos las verdades sin requiebros de oratoria

Ya ha quedado claro que Wikileaks no se echa faroles. Es más, hasta que se demuestre lo contrario, sabemos que juegan a naipe descubierto y sin ellos. Sin faroles, se entiende. Por lo demás, sirva la partida para hacer un homenaje al periodista José Couso, cuyo vil asesinato es para los americanos sólo un “asunto sobre el que echar tierra”. La tierra, para desgracia suya y de su familia, ya fue echada hace tiempo. Ahora lo que toca es echar justicia y dejarse de cables.

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Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.