POLÁTICA DE ZOMBIS
Cada vez que en este país soplan vientos refrescantes con los aromas de los viejos sueños frustrados a sablazos en esta piel de toro, aparecen los zombis agitando la cebada y asustando a los durmientes de sofá y dentadura postiza, que son sus vasallos incondicionales. Atrapados en el miedo a todo cambio, se les lleva a votar y de nuevo vuelven a elegir a los zombis, como no podía ser menos. Por eso, tenemos hoy un nuevo gobierno representativo. Representativo del miedo a todo cambio, representativo de la falta de imaginación, representativo de la falta de ética, de la ambición, de la corrupción, y sobre todo dignos representantes de cuatro poderes: los grandes bancos, las grandes empresas, Alemania y los EEUU. O sea: de lo peor para los trabajadores y los pueblos todos del mundo. Y la iglesia, siempre al fondo, bien representadas- y cumplidas- sus exigencias.
Vientos nuevos y refrescantes anunciaba el 15-M y traen a este país quienes se han impregnado de su aroma filosófico cuyos componentes principales son la justicia, la libertad, la denuncia de la corrupción y el deseo de participar en la toma de las decisiones políticas. Porque todo eso es un clamor popular, y porque antes o después es algo que tiene que ocurrir, un asunto pendiente que debemos a todos los españoles que sufrieron antaño por ver realizados esos deseos que hoy encarnan las nuevas generaciones que se agrupan en los círculos de Unidos –Podemos, en las Mareas, y en todo movimiento de base popular. Porque este que se llama Partido Popular, aunque tiene mucho de partido – por los egos enfrentados de sus dirigentes principales – lo de popular le cae tan grande como a un recién nacido un traje de bombero.
Es realmente bochornoso ver cómo quienes dirigen este partido y quienes les pagan sus campañas arremeten contra los que representan las fuerzas del cambio intentando crear divisiones entre ellos y haciendo que parezcan sospechosos de alguna clase de delito, porque el objetivo del gobierno de clones que tenemos en este bucle del día de la marmota en que se ha hundido este país, solo quieren continuar con la España de siempre, o sea, con la de los neos: neofranquismo y neoliberalismo. Y estos neos pretenden impedir que España pueda llegar a ser una sociedad verdaderamente moderna, culta, progresista y justa en la creación y distribución de la riqueza y en la participación política, tal como proponen los movimientos populares. Así que estamos ante un nuevo gobierno clon del anterior y la esperanza de que tenga los días contados gracias a la presión social de todos los sectores que sufren los recortes, los bajos salarios, el desempleo sin futuro, las pensiones escasas y amenazadas y tantas cosas más.