Miércoles, todo está más o menos tranquilo, la política sigue su curso la corrupción avanza en todos los órdenes de la vida de modo irremediable e imparable, sin que nadie mueva un dedo contra ello, poco a poco el desprestigio social de la política va a mas, hay corrupción en el gobierno, la oposición y los cargos políticos, los cuales van llenándose los bolsillos con el dinero ajeno, mientras otros prevarican o favorecen a sus familias.
Todo menos favorecer el bien común que es para lo que realmente les pagan, pero como nadie se queja todo sigue siempre igual, solo se protesta en los bares que no es el sitio indicado precisamente.
Luego todo el mundo se queja de que todo está mal pero nadie hace nada por cambiar lo que le rodea, es como si una capa de resignación hubiera invadido la sociedad actual.
Parece que todo se resume en asumir que no podemos cambiar lo que nos rodea y limitarnos a ver pasar las cosas sin luchar por mejorar ninguno de los aspecto políticos de nuestra sociedad donde el poderoso, una vez en su lugar empieza a hacer y deshacer a su libre albedrio sin importar si está bien o mal lo que hace.
Nadie va oponerse al poderoso, porque siempre se piensa que contra lo establecido no se puede luchar.
Mientras sigamos así la corrupción seguirá campando a sus anchas por todos los estamentos sociales.
La gente seguirá pensando que los políticos son seres de otro mundo contra los que no puede luchar y mucho menos cambiarlos, todo seguirá como hasta ahora y la masa seguirá genuflexa y pensando que los políticos son de otro mundo y no van con ellos, craso error pues la política forma parte de nuestra vida y está en todas partes.
Política nacional, internacional, local, económica, social, así podríamos seguir en una larga lista innumerable que abrumaría a muchos y tampoco es plan.
La política lo inunda todo y marca nuestra vida para bien o para mal, aunque sospecho que siempre para mal, porque muchas veces los políticos toman decisiones sin consultar a aquellos a los que representan o dicen representar.
La diferencia entre el político y el ciudadano es que viven en universos diferentes que no llegan a tocarse jamás, solo cada cuatro años…