No creí yo (no sé los demás) lo que iba a ver a la largo de mi vida, pero menos aún en lo que nos ha mostrado esta nueva etapa política, que dicen es democrática y que yo ya veo como un inmenso y hediondo basurero, donde las mayores basuras «lucen sus vergÁ¼enzas» y muchos pobres diablos, incluso envidian a tales buitres carroñeros; por lo que tales envidiosos y llegado el caso, sería el maldito… «quítate tú que me ponga yo».
En una región de mi nación (Galicia) hubo recientemente elecciones para elegir nuevo gobierno autonómico. El anterior se ha caracterizado por una serie ininterrumpida de grandes gastos y derroches, cuyos dirigentes se han comportado como la historia nos dice de aquellos sátrapas orientales, por los lujos que han disfrutado malgastando el dinero público de un territorio cuyas carencias y necesidades ya llevan a los comedores públicos a muchos de sus habitantes… cosa hoy normal en toda España.
Comentando uno de mis recientes artículos, una asidua lectora me escribe y me dice: «Fíjese a qué extremos llega todo lo que usted denuncia, que el ejemplo del desinterés por el bien de España y los ciudadanos que les dan de comer a estos políticos (?) pacotilleros, lo tenemos justo hoy en la persona del expresidente de la Xunta de Galicia. El susodicho, en vista de que ya no puede seguir chupando de la ubre de la «vaca Marela», deja todo al pairo y, sin ponerse en contacto con su sucesor, para tenerle en antecedentes de lo que haya y de cómo están las cosas, siendo aún presidente en funciones hasta abril, se larga «a descansar» a Tenerife. Hoy «Faro de Vigo» lo presenta en portada, en grande, barriga al sol, en una tumbona, ojos cerrados, relax profundo… ¡a vivir! Eso es lo que se buscan estos tíos. Ahora ya tiene su buena pensión y… ¡que le quiten lo bailao! Desde luego, un buen discípulo del binomio González-Zapatero. ¡Y aún hay zotes que les aplauden!»
Acudo a la prensa y veo la foto del tal y leo que este individuo se aloja en un hotel de cinco estrellas; y posiblemente, con un séquito numeroso y cuyo gasto total será curioso saber; puesto que este buitre, se gastó en un coche blindado (tenía varios más a su servicio) más que los EE.UU. en el de su presidente y así ha sido publicado, junto con infinidad de otros derroches, por tanto nada extraño que se llevase hasta el mayordomo; puesto que estos «demócratas», son virreyes disfrazados.
Es la cruda y cruel realidad, es el esperpento denigrante del hombre público (recuerden que a las putas se las denominaba mujeres públicas) sin escrúpulos, sin dignidad sin otra cosa que lo que yo denominé hace tiempo… o sea sólo tienen panza y bolsillo y sálvese el que pueda, que por cuanto se publica serán muy pocos. Pero ahora les invito a pensar… para uno que como usted o yo, despreciemos hasta el infinito a estos seres… ¿cuántos se estarán removiendo de envidia por cuanto este sin escrúpulos ha logrado todo lo que esta lectora me dice?… y ese es el mal de Galicia, de España, del mundo entero… «tener, tener, tener, atesorar al precio que sea y además en el menor tiempo posible». Las masas callan, envidian, patalean y poco más, salvo aquí que han echado al parásito.
Cuesta trabajo seguir pensando… seguir escribiendo y más esta tarde que acabo de ver la película. «El planeta de los simios»; dónde y como saben los que la vieran, el mundo del homo sapiens degenera hasta desaparecer y los simios evolucionan, considerando a los sobrevivientes «humanos», mucho peor que hoy nosotros consideramos a nuestros «primos» los chimpancés… y cazándolos sin piedad, usándolos como cobayas.
En fin… continuaremos… pues «algo útil hay que hacer».