Estamos acostumbrados a ver en las noticias numerosos casos de corrupción, ayuntamientos arruinados, numerosas deudas a empresas y trabajadores, y lo más alarmante, políticos que no son juzgados y que se van de rositas tras gestiones que dejan mucho que desear en los diferentes organismos públicos.
La semana pasada, el Ministro de Hacienda del Gobierno de España, anunció que su Gobierno reformará el Código Penal para que los políticos que gasten más de lo que ingresan y estipulen en sus presupuestos, serán responsables penalmente.
La verdad es que me alegré bastante del anuncio, pero dudo mucho de que realmente lo pongan en marcha en los cauces necesarios y bajo los parámetros que haga que todos aquellos que despilfarren, respondan ante la Justicia. Pero no sólo los que despilfarren, sino también de todos aquellos que han despilfarrado, han arruinado sus Ayuntamientos, han dejado vacías arcas municipales o cuantiosas deudas que dificultan el progreso de las Instituciones Públicas.
¿Quién tiene que hacer frente ahora a todas esas deudas? ¿Los ciudadanos? ¿Los que llegan después? En cualquier empresa, asociación o núcleo familiar, no se puede gastar más de lo que se ingresa, llegando a tener que hacer verdaderos encajes de bolillos para llegar a fin de mes, pues quién tiene deudas, tiene que hacer frente a ellas. ¿Y en política? ¿Puede un gestor público gestionar una Institución Pública, dejar deudas e irse a su casa como si nada, sin tener que responder de ninguna forma?
Llegado a este punto, la gran mayoría de ciudadanos que sabemos lo que cuesta llegar a final de mes y los que sabemos lo que supone encontrarse con instituciones públicas con deudas por malas gestiones anteriores, pensamos que cualquier gestor debe responder de forma penal por el despilfarro e incluso, responder con sus bienes patrimoniales y personales, por las malas gestiones realizadas. Con esto, tendríamos en políticos muchos menos vividores, muchos menos corruptos y muchos menos despilfarradores, que gobiernan las Instituciones al margen de cualquier tipo de ética, moral o justicia.
Espero que el Sr. Montoro sea capaz de introducir cambios significativos en la legislación, aunque posiblemente muchos cargos públicos del PP (y también del PSOE), acostumbrados a despilfarrar y a gastar más de la cuenta, se opongan e impidan cambios significativos y necesarios en la Legislación Española que acerque de una vez por todas la política al ciudadano y limpie el nombre de la POLÁTICA, que por culpa de aquellos que la ensucian, ha logrado que hoy la política y los políticos estén »mal vistos» por el conjunto de la ciudadanía.