Hay tantos porqués… Están los ¿POR QUÁ‰?, y los PORQUE… Los que son preguntas los utilizamos a menudo para entender cosas, para aprender algo, también para que nos den una explicación sobre algo que no nos ha gustado, y hasta para protestar, y cómo no: para reprochar…
Se me olvidaba. Nos atormentamos tan a menudo con esta preguntas, con sucesos pasados o actitudes de otros o tuyas propias que te causan heridas… y tu cabeza se te llena de ‘POR QUÁ‰S’
El creativo y natural es el que utilizamos para aprender, para conocer, para crecer, para que nos expliquen las personas que saben sobre temas que nos interesan.
Muy a menudo, meditando, orando y leyendo sobre tus dudas espirituales, eres capaz de encontrarle una solución, la tuya, y tratas de explicarla a los demás, que también experimentan dudas en sus momentos de crecimiento espiritual, sus ‘por qués’.
Desagradable es el que lo utiliza para dar explicación a todo. Al llegar a su casa, a su pareja que exige, le da explicaciones; a una madre ya mayor y autoritaria, o padre, y al final a todos… Tiendes a explicarte porque (mirad, yo también lo utilizo) lo tienes tan interiorizado, que es parte de tu personalidad, y lo peor de todo es que nadie, en la mayoría de los casos, te ha pedido explicaciones.
SÁ‰ PRUDENTE, PREGUNTA CUANDO DEBAS Y EXPLÁCATE CUANDO CREAS.