Ciencia

Por qué necesitamos Objetivos de Desarrollo Sostenible

Río+20 debe lanzar ODS para guiar a los países sobre complejos retos del desarrollo, dice Paula Caballero, funcionaria ministerial colombiana.

A pesar del compromiso cada vez mayor de los países en torno a las energías alternativas y un uso más eficiente de los recursos, veinte años después de la Cumbre de la Tierra, el desarrollo sostenible aún es visto por muchos como una idea arraigada en preocupaciones ambientales.

ODS estarían enfocados en aquello que impulsa los retos globales, como la seguridad alimentaria Flickr/Global Crop Diversity Trust

Esto crea una desconexión fundamental entre los partidarios de la sostenibilidad y quienes, haciendo a un lado las preocupaciones ambientales, afirman que el compromiso con el bienestar humano y la erradicación de la pobreza demanda exclusivamente respuestas socioeconómicas.

Las propuestas para adoptar un conjunto de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) —potencialmente un resultado clave de la Conferencia de la ONU sobre Desarrollo Sostenible (Río+20) del próximo mes (20-22 de junio)— permiten abordar esta desconexión al articular desafíos complejos del desarrollo.

CIENCIA EN RÁO+20

Este artículo es parte de nuestra cobertura de los preparativos para Río+20, la Conferencia sobre Desarrollo Sostenible de la ONU (20 a 22 de junio 2012). Para otros artículos, ingrese a Ciencia en Río+20

Los ODS se refieren a mediciones que han probado su importancia como motores de políticas públicas en el abordaje de temas críticos como sanidad rural y mortalidad infantil —revise el impacto de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM)—, o valoración de los ecosistemas. Si están bien desarrollados y diseñados, los ODS indudablemente cumplirán un papel igualmente importante en el impulso de la sostenibilidad.

Sin embargo, el valor de los ODS no termina allí. Una de sus contribuciones más cruciales será clarificar de qué manera las tres dimensiones del desarrollo sostenible —económica, ambiental y social—, dependen una de la otra.

Desafíos interrelacionados

Colombia está promoviendo los ODS conjuntamente con el Perú y los Emiratos Árabes Unidos. Sin embargo, estos gobiernos no tienen una lista propia de ODS prioritarios. Teniendo como base una amplia consulta internacional y recomendaciones de muchas fuentes, se ha elaborado un conjunto preliminar de temas centrales.

Los objetivos globales propuestos para los ODS en torno a los cuales podrían enfocarse las metas, los indicadores y su implementación son:
  •  Seguridad alimentaria: producción, acceso y nutrición
  •  Gestión integrada del agua
  •  Energía para el desarrollo sostenible
  •  Ciudades sostenibles y resilientes
  •  Océanos saludables y productivos
  •  Aumento de la capacidad de los sistemas naturales
  •  Mejoramiento de la eficiencia y sostenibilidad en el uso de recursos
  •  Mejoramiento del empleo y de la seguridad de los medios de subsistencia

La visión colombiana de los ODS se basa en el hecho de que el crecimiento económico, la protección ambiental y el bienestar social están profundamente interrelacionados.

Tomemos como ejemplo la seguridad alimentaria: va mucho más allá de solamente reducir el hambre, que es una de las principales metas del ODM 1. Alcanzarla requerirá una estrategia de largo plazo que incorpore temas tan diversos como los biocombustibles,  los precios de los productos básicos, la diversidad genética de los cultivos, la desertificación, así como las garantías para los medios tradicionales de subsistencia, por solo nombrar algunos.

Nuestras sociedades y economías no están listas para los enfoques multidisciplinarios que se requieren para abordar las dimensiones económicas, ambientales y sociales de la seguridad alimentaria. Pero un ODS podría ayudar a forjar el camino delineando elementos tangibles y claves de una producción de alimentos sostenible y sostenida.

Los ODM se centran en el resultado final: terminar con el hambre. Los ODS se enfocarían en los factores que será necesario enfrentar para alcanzar dicho resultado final.

La propuesta de los ODS en el tema del agua subraya la necesidad de tal enfoque, y las dificultades así lo comprueban. Los objetivos en materia de agua con frecuencia son etiquetados como ‘ambientales’, a pesar de que la productividad económica y el bienestar humano dependen de ella.

Por ejemplo, el riego es esencial para la producción de la mayoría de alimentos del mundo, y el saneamiento es la piedra angular de la salud. No obstante, de manera sorprendente, un gran número de personas desconoce estas simples conexiones. El que los ecosistemas también necesiten agua, y que los servicios ecosistémicos necesiten protección, no convierte al agua en un tema ambiental, más bien pone de manifiesto las interconexiones entre la salud humana y planetaria.

También hay vínculos entrelazados entre los diferentes ODS. Estos son tan importantes como tener una perspectiva integral sobre determinado tema que cada ODS puede ofrecer.

Por ejemplo, el 20 por ciento de las proteínas animales del mundo provienen de los océanos, por lo tanto la salud de los océanos es un componente vital de la seguridad alimentaria mundial. Y millones de niños mueren cada año por enfermedades respiratorias agudas y otras enfermedades relacionadas con los peligros ambientales.

Una herramienta para el cambio

En un mundo donde aumenta la escasez de los recursos naturales y crecen las poblaciones, y las demandas de las clases medias en expansión son cada vez mayores, las decisiones políticas entrañan concesiones y compromisos difíciles. Los gobiernos necesitan identificar ‘opciones sin arrepentimientos’ que entreguen beneficios a una amplia gama de sectores o asuntos.

Los ODS pueden ayudar a que los tomadores de decisiones lo logren. Pueden señalar tanto los problemas como las oportunidades de la planificación e inversión a largo plazo, y permitir que los políticos justifiquen sus acciones, incluso si conllevan costos más elevados que los usuales.

Río+20 puede, y debe, jugar un papel decisivo en el lanzamiento de los ODS como un componente clave del marco político global más allá de 2015. El proceso requerirá asesoramiento y aportes expertos, pero la selección de las áreas temáticas es una decisión política que debe hacerse en Río.

El desarrollo de cada ODS requiere objetivos cuantitativos, plazos concretos y un panel de indicadores descriptivos que los países puedan llevar a la práctica de acuerdo a sus circunstancias nacionales; un enfoque de talla única para todos dificultaría el logro de las necesidades y prioridades específicas.

Los indicadores de los ODS necesitarán ser adaptados a las diferentes capacidades nacionales, estructuras institucionales y mandatos para que puedan catalizar los esfuerzos domésticos hacia enfoques más integrados a la sostenibilidad.

En 20 años, el mundo ha cambiado a un ritmo que pocos podrían haber previsto. Hay nuevas realidades y presiones geopolíticas sobre los sistemas naturales que hacen que los negocios a los que estamos acostumbrados ya no sean una opción.

Los ODS pueden ser una herramienta que ayude a garantizar el cambio de orientación de las políticas y del manejo de recursos de manera tal que mantenga abiertas las opciones de desarrollo humano. No es una agenda ambiental, pero sí es una agenda que toma en cuenta los factores sociales y económicos así como los problemas ambientales.

Paula Caballero Gómez es Directora de Asuntos Económicos, Sociales y Ambientales del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia. Para mayor información sobre los ODS, escriba a: colombiario20@cancilleria.gov.co.

Paula Caballero Gómez

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Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.