En este artículo haremos una introducción general sobre la Educación Panameña, algunos planteamientos generales sobre la Educación Panameña en la actualidad con referencias históricas del Liberalismo Panameño del siglo XX del periodo comprendido entre 1903 a 1953 y de los pensadores y políticos Liberales que consideramos desde nuestro análisis los principales en materia político-educativa y que son objeto de nuestra investigación: Dr. Carlos Antonio Mendoza Soto (1856-1916); Dr. Belisario Porras Barahona (1856-1942); Dr. Eusebio Antonio Morales Mogollon (1865-1929); Don Guillermo Andreve Icaza (1879-1940); Dr. José Dolores Moscote (1879-1956); Dr. Ricardo Joaquín Alfaro Jované (1882-1971); Lic. Jeptha Brawner Duncan Guillen (1885-1977); Dr. Octavio Méndez Pereira (1887-1954) y el Dr. José Daniel Crespo Peña (1890-1958).
En un artículo anterior a este titulado: «Ideario Político-Educativo de los Liberales Panameños del Siglo XX» esbozamos algunos conceptos y planteamientos que deseamos puntualizar en el caso del Liberalismo Colectivista y Social y la Educación Publica. Colectivismo no es sinónimo de totalitarismo o negación de la libertad, libertades o derechos. El Individualismo extremo como negación de lo colectivo en nombre de la Libertad es igualmente malo y perverso que un Colectivismo extremo como negación de lo individual en nombre de la Igualdad. Ni lo individual puede ser negación de lo colectivo o viceversa. El totalitarismo es la negación absoluta y total de libertades y derechos. La vida, pensamiento, obra, legado, convicción y vocación de los principales pensadores y políticos Liberales Panameños del siglo XX fue profundamente democrática, humanista, cívica y patriótica. La evolución del Liberalismo Panameño que paso de ser meramente individualista y leseferista a colectivista o social es la aceptación por parte de los principales pensadores y políticos Liberales Panameños de la importancia de la cuestión social, de las reivindicaciones, demandas y necesidades de los trabajadores como clase emergente en el mundo a mediados del siglo XIX y XX y de los graves y grandes problemas sociales de la comunidad. La Libertad como principio o idea se concretiza o materializa de lo individual a lo grupal o colectivo producto de la interacción y ejerció de la misma entre los individuos en una comunidad dada. Ver solo a los individuos aisladamente seria verlos como átomos encerrados en si mismos sin relación y desligados unos con otros.
El problema de la Educación es complejo, profundo y critico actualmente. Verlo simplemente como un problema de que la Educación Publica es la mala porque esta en manos del gobierno y la Educación Particular es la buena porque esta en manos de particulares no es correcto. Es mas si profundizamos el debate, la Educación no es un tema o asunto meramente de moral individual, de intimidad, de preferencias o gustos como si habláramos de carros u objetos de consumo. La Educación como principio y acción de formar, capacitar y orientar al ser humano en la búsqueda, comprensión o adquisición de conocimientos, experiencias, principios, valores, hábitos y costumbres no es solamente entre un tutor y su tutoriado, pasa a ser la interacción dentro de un aula de clases, un patio de recreo, uno o muchos edificios escolares, una comunidad educativa (docentes, estudiantes, padres y madres de familia o acudientes, administrativos, autoridades y otros) y sus objetivos, metas y fines no solo se reducen a las características especificas individuales sino que responden a los intereses generales de la comunidad. Dichos intereses se traducen en principios enmarcados en la Constitución, las leyes, las políticas públicas y los valores con los cuales aspiramos a formar al ser humano desde su inicio en el sistema escolar hasta que concluya. La Educación Publica en Panamá no fue siempre mala, deficiente o atrasada. Afirmarlo seria desconocer la rica y variada historia de la Instrucción y Educación Panameña. A parte de las teorías pedagógicas y educativas de nuestros principales pensadores y políticos Liberales Panameños, existen pruebas concretas y materiales de que esas teorías a parte de ser llevadas en la práctica fueron buenas, eficientes y vanguardistas.
Instituciones educativas públicas y laicas como el Instituto Nacional de Panamá (1907) o la Escuela Nacional de Institutoras (1927) son dos ejemplos exitosos y reconocidos. Para profundizar más en el conocimiento de estos ejemplos sugerimos ver las obras de José Dolores Moscote. Una Experiencia. Seis Años de Rectorado en el Instituto Nacional. Imprenta Benedetti Hermanos, Panamá, s/f y el Anuario de la Escuela Normal de Institutoras. Año Escolar 1927-1928. Panamá. Imprenta Nacional. 1929. En esas dos obras de rendición de cuentas sus respectivos autores-directores explican con lujo de detalle las gestiones, avances, limitaciones, objetivos, metas y fines administrativos, presupuestarios, logísticos y operativos obtenidos en sus respectivas instituciones. Estas instituciones fueron dirigidas por el Dr. José Dolores Moscote (1879-1956) en el caso del Instituto Nacional de Panamá y por la Educadora Esther Neira de Calvo (1890-1978) en el caso de la Escuela Normal de Institutoras.
En el periodo comprendido entre 1903 a 1953 en materia político-educativa es importante señalar los siguientes logros: la construcción de escuelas primarias en todo el país, de institutos y colegios secundarios (que un principio y por razones de costos, medios, recursos y ubicación fueron construidos en la capital y luego en el interior de la Republica paulatinamente) a nivel de bachillerato, magisterio y cursos técnicos a nivel universitario, equipados con laboratorios, gimnasios, auditorios y escuelas anexas donde los futuros maestros realizaban sus practicas profesionales; planes de estudios integrales, modernos, científicos y balanceados; formación y capacitación de maestros y profesores de primaria y secundaria a nivel nacional e internacional; publicación de textos escolares gratuitos y revistas escolares con artículos, debates, encuentros y reuniones de los mas prestigiosos y reconocidos educadores del país; la difusión y la aplicación de acuerdo con nuestras particularidades educativas y sociales de las mas modernas y actuales para su época, tendencias y corrientes pedagógicas como el Pragmatismo de John Dewey (1859-1952) y William Heard Kilpatrick (1871-1965) son pruebas del avance rápido y profundo de un sistema educativo heredado de Colombia en ruinas y desastroso (en las vísperas de la guerra de los mil días de 1900 a 1902, en el Departamento de Panamá había 120 planteles primarios y solo 4,200 estudiantes). El avance no solo fue cuantitativo sino cualitativo.
En torno a la Educación Panameña en la actualidad desde nuestro análisis son tres los problemas esenciales que tiene: el abandono y olvido del pensamiento, obra y legado de los principales pensadores y políticos Liberales Panameños; no contar con una filosofía de la educación propia para fundamentar los planes y programas de estudio y la pésima, mala y deficiente gestión administrativa del Ministerio de Educación y sus principales autoridades. Pero, si la Educación Publica tiene graves y grandes problemas igualmente los tiene la Educación Particular. La proliferación de escuelas, colegios, institutos y universidades particulares en casas, garajes y edificios que no cuentan con la más mínima seguridad, condiciones de espacio, accesibilidad y comodidad para sus docentes, estudiantes y administrativos; escuelas y universidades donde pagan menos del salario mínimo a sus docentes y administrativos; escuelas y universidades donde los bachilleratos y carreras para que duren menos tiempo se recortan y reducen horas y materias de clases indiscriminadamente sin ningún principio o criterio pedagógico que lo sustente mas bien en función de principios y criterios economicistas; escuelas y universidades que recordando las palabras del Dr. Octavio Méndez Pereira son verdaderas «fabricas de títulos».
El mito en el cual se han montado algunos defensores a ultranza de la Educación Particular de que es mejor que la Pública es falso en líneas generales. Eso queda demostrado en la mala calidad de la preparación de sus egresados. La Educación Particular tiene algunos de los problemas, limitaciones y carencias que la Pública. Existen en el país un número reducido de buenas, excelentes y prestigiosas escuelas y universidades particulares al igual que públicas. El problema de la Educación Panameña esta relacionado directamente al modelo, al sistema y a sus instituciones políticas, económicas y sociales. No es solamente un problema propio de la Educación Publica. La premisa de que la solución en materia educativa es estatizar toda la educación o privatizar toda la educación es errada. Ambos extremos son malos. Una Educación Particular y la iniciativa e interés de los empresarios en establecerla es necesaria para satisfacer las crecientes demandas y necesidades educativas de la comunidad panameña al igual que es necesario tener una Educación Publica eficiente, pertinente, accesible, moderna y de excelencia.
Si el problema fuera como afirman algunos de que la escuela pública en todos sus niveles es gratuita ya que no cobran matricula o colegiatura (totalmente gratis) o que en la educación nacional nunca se ha contemplado la descentralización es otra afirmación falsa. En el pensamiento y acción de los principales pensadores y políticos Liberales Panameños en materia político-educativa estaba en el tema de la descentralización de la Educación Pública. Esto lo podemos encontrar a través de sus libros, obras, gestiones y ejecutorias. Pasamos a mencionar los artículos de las Constituciones Políticas de la Republica sobre la materia: La Constitución Política de 1904 en su Titulo XV Disposiciones Generales, articulo 133 dice: «La ley podrá descentralizar la instrucción publica y destinarle rentas especiales». Constitución Política de 1941 en su Titulo III Derechos y Deberes Individuales y Sociales, articulo 56 dice: «La gratuidad en la enseñanza normal, vocacional y secundaria no impide el establecimiento de un derecho de matricula». Constitución Política de 1946 en su Titulo III Derechos y Deberes Individuales y Sociales, Capitulo 4 Cultura Nacional, artículo 78 dice: «La gratuidad de la enseñanza secundaria no impide el establecimiento de un derecho de matricula». Constitución Política de 1972 en su Titulo III Derechos y Deberes Individuales y Sociales artículo 95 dice: «La gratuidad de la educación no impide el establecimiento de un derecho de matrícula pagada en los niveles no obligatorios.»
De hecho en la actualidad todas las escuelas, colegios e institutos primarios y secundarios a nivel nacional cobran matriculas y laboratorios y las universidades oficiales como la Universidad de Panamá se cobran matricula, uso de laboratorios, participación en congresos, practicas profesionales, seminarios optativos a tesis, tramites administrativos, gastos de graduación, entre otros, a nivel de licenciatura y a nivel de postgrados (diplomados, especializaciones, maestrías y doctorados se cobra a precios regulares de universidades particulares) y la Universidad Especializada de las Americas UDELAS se cobran a nivel de licenciaturas y a nivel de postgrados a precios regulares de universidades particulares.
Queremos plantear nuestra creencia en una Educación Democrática, Humanista, Cívica, Científica e Incluyente que dignifique al ser humano por encima de las diferencias de orígenes, lugares geográficos, sexo, raza o religión. Una Educación que transforme al educando en un ser humano consciente, instruido, activo y productivo. Una Educación con calidad, eficiente, pertinente, moderna y liberadora que forme en una serie de principios y valores como la honestidad, la fidelidad, la seriedad y la laboriosidad. Pero, esto se lograra con el rescate de algunos de esos principios y aportes que siguen aun vigentes de los principales pensadores y políticos Liberales Panameños que han sido olvidados, con una gestión administrativa consciente, comprometida, decidida y honesta a nivel del Ministerio de Educación de realizar las reformas y cambios urgentes y necesarios y la participación de todos los actores de la comunidad educativa panameña. Para concluir este artículo cito las palabras del Dr. Carlos A. Mendoza Liberal Panameño y del Arrabal Santanero quien fuera en vida Presidente de la Republica: «Consideren, pues, los conductores de los panameños que la verdadera independencia consiste en difundir la enseñanza para que se formen caracteres o inteligencias que sirvan al país atinadamente».