Quiero expresar que soy un hombre cristiano católico convencido y comprometido; pero soy ciudadano que cree que todo cristiano debe tener una posición en lo político, ya que, no hacerlo así, se cojea como tal.
Pues bien, pienso que, a Venezuela le conviene transitar el difícil camino de la consecución de la Gran Unidad Nacional y de la Reconciliación entre todos los venezolanos.
Hay que tejerla diariamente, aportando en esa dirección, aunque sea un pequeño granito de arena. Hay que construir la paz, porque de ésta depende el progreso y bienestar de todos.
Esta lucha por la Unidad Nacional, es tarea de todos los venezolanos. No sólo de la Mesa de la Unidad Democrática; ésta, que viene conduciéndose bien, debe elaborar – si no la tiene – una agenda clara y sencilla de lo que quiere Venezuela. Dotar de contenido a la Unidad para que impulse la actuación de los venezolanos.
En esa elaboración, pueden participar sectores y personalidades de los mal e injustamente llamados “ni ni” y, por qué no, de sectores del chavismo.
Estamos en presencia de un mandato popular de pluralidad, de tolerancia, de convivencia. A él, hay que corresponder.
El pueblo ha establecido un límite de confianza a los políticos de uno y otro sector. La respuesta es ganar la confianza plena de la ciudadanía plena.
No es hora de hablar de candidaturas presidenciales en la construcción de estos valores unitarios y democráticos, de libertad, de diálogo y tolerancia. Hay que lograr la Gran Unidad Nacional.
Quien o quienes tomen un camino equivocado de irrespeto a la voluntad popular expresada el 26-S, hay que hacérselo saber en lenguaje de altura y de profundo contenido, para corregirle. No caer en provocaciones ni en confrontaciones estériles.
Entretanto, todos los días vengo publicando una consigna que será permanente.
Esa consigna es: Desde donde estés, lucha por tejer la Gran Unidad nacional y por lograr la reconciliación entre todos los venezolanos. Construye la Paz.