Postergar
Parece fácil esto de postergar. Seguramente muchos no tenemos nada que opinar, porque cuesta interiorizar y darte de cuenta de lo malo que puede ser, a la larga, dejar las cosas para mañana, y así día tras día. Lo fácil lo afrontamos, lo resolvemos, y no sucede nada, nuestra vida continúa, pero amigo, cuando toca algo que no nos gusta, sea en lo personal en el trabajo, etc. vamos, en lo cotidiano, afrontar algo que se sale de nuestra comodidad y normalidad,vienen las trabas, todo son excusas y si nos las hay, las inventamos, y si se trata de una confrontación con alguien, tu ser querido, tu jefe o quien sea, vas postergando las cosas por timidez, por miedo a la situación, etc. eso sí, se pasan el día pensando lo que van a decir y lo que le pueden responder. Una locura que no les deja estar tranquilos, hasta que no son capaces de enfrentarse a la situación suceda lo que suceda, y es la única manera de averiguar lo que va a pasar, no se puede vivir esperando que las cosas se solucionen solas o lo que es peor, que lleguen otros y te las solucionen.
Hay que pasar por momentos que no nos gustan, en los que no nos sentimos bien, que nos llamen la atención, tener discusiones, tener o no tener razón, eso es lo que forma al ser humano en su carácter y lo que le hace más sabio. Todas estas cosas, afrontarlas y no posponerlas, hace que los demás vean que vas de frente y no eres de los que te comprometes y luego te escondes para no cruzarte en la calle con quien te has comprometido y no has cumplido.
Otro ejemplo, y muy común hoy en día: Te llaman del banco porque tienes problemas. No dejes que suene y suene el teléfono, cógelo y afróntalo, que vean que no te escondes de nada ni de nadie. Como digo yo normalmente «voy a ver lo que pasa, por algún lado saldré».
No siempre la vida es fácil. Ojalá. Tenemos que mirar a la cara a los problemas, tengan o no tengan solución. Quedarse quieto no conduce a nada.
Quiero dirigirme a esa juventud que es incapaz de solucionarse sus problemas, que sólo esperan la llegada de mamá o papá para que se lo solucionen. Y a esos padres que haciendo eso están dañando a esos futuros hombres y mujeres, pues el día de mañana, cuando les falten, ¿qué harán? Hay que dejar que se equivoquen, porque son muy aficionados a dejar las cosas para mañana, a ver si se arreglan solas. Así no se madura. Son incapaces de afrontar sus propios problemas, y lo peor es ceder y solucionárselos.
Hay decisiones en la vida muy importantes que uno no puede postergar, porque en ello le va su propia vida, y cada día que pasa es mayor el daño que se hace uno a si mismo. Son decisiones que sólo puede tomar uno solo, porque nadie las puede tomar por ti, porque es tu vida y no la de los demás.
Si te encuentras en ese caso y lees esto, toma la decisión ya, y no lo dejes para mañana porque «quizás no haya un mañana».
ÁNIMO.