Sociopolítica

PP/PSOE, la nueva CEDA

Unidos al grito de ¡Vivan las caenas! ¡Viva el monarca absoluto!

Con este grito comienza Galdós la segunda parte de su episodio nacional “El terror de 1824”. Una lectura recomendable para estos tiempos. Una consigna que representa la alianza ideológica del Partido Popular y del Partido Socialista. Se han propuesto como objetivo fundamental no sólo desmontar el Estado/Sociedad de bienestar privatizándolo e instaurando la miseria como una consecuencia “natural e inevitable” de la “realidad” económica, que ellos mismos han creado, sino reducir los sindicatos y demás fuerzas políticas de izquierdas junto con todos los movimientos sociales, a la mínima expresión.

Porque en la vitalidad de estas fuerzas sociales y partidos de izquierdas se encuentra la única resistencia a su política de reprivatización y reacción moral conservadora. Lo que el fascismo tuvo que hacer por la violencia, ellos piensan lograrlo con la legalidad parlamentaria contra la legitimidad de los derechos individuales. Pronto veremos a Bono, candidato del Ejército, candidato del Monarca, candidato de la Iglesia y candidato de la extrema derecha, presidiendo un gobierno nacionalcatólico formado por representantes de ambos partidos.

No debería extrañarnos lo que digo porque ya en tiempos de Zapatero se aprobó una reforma constitucional, agosto de 2011, entre las camarillas del PP y el PSOE y a espaldas de la ciudadanía, en la que se fijó el pago del capital y los intereses de la deuda como “prioridad absoluta” sobre cualquier otro gasto público.

De un plumazo nos transformaron, constitucional y jurídicamente, en siervos de la oligarquía financiera. Sin guerra, hemos sido derrotados, conquistados y condenados a eterna servidumbre. Están construyendo una democracia y una Constitución tan viciadas en su funcionamiento que todo el Poder está bajo control de la oligarquía capitalista. La soberanía popular la han transformado en pura ficción. Porque la democracia es suya. De un plumazo se cargaron el fundamento de legitimidad de la Constitución, los derechos individuales y la propiedad pública, que por ser propiedad del pueblo es inalienable, intransferible y no enajenable. Porque es fruto de su trabajo y su garantía para mantener un mínimo de calidad de vida. Es su derecho.

ppsoeLos derechos sociales, la propiedad pública, el trabajo y el ahorro de todos los trabajadores es la hipoteca de las deudas del Estado que ellos mismos generan, necesariamente, porque esa deuda es la principal fuente de riqueza de las oligarquías. De un plumazo cuando haya que pagar la deuda se dejarán hundir los hospitales. De un plumazo, cuando haya que pagar la deuda los niños y jóvenes tendrán que abandonar las escuelas, institutos y universidades, de un plumazo, cuando haya que pagar la deuda, las carreteras serán abandonadas y atrapadas por las selvas. Con esa alianza Partido Popular/PSOE sellaron la esclavitud del pueblo español, pero ellos se han asegurado la eterna riqueza.

Es una respuesta de la clase política no para sacar a los ciudadanos del círculo de miseria en el que nos han metido entre todos sino para proteger sus privilegios como clase política. Identificados con los beneficios e intereses del capitalismo. ¿Qué sabe una clase política de lo que es el paro, cuando ellos han nacido en el partido, se han criado en el Partido y nunca han salido del Partido? ¿Qué saben lo que es la calle, si nunca la han pisado? ¿Qué sabe esta clase política de la miseria cuando ellos se han dedicado a enriquecerse haciendo de la corrupción la mayor virtud del ciudadano?

¿Qué sabe esta clase política de desahucios cuando ellos viven en confortables despachos financiados por los miserables y poseen deliciosos apartamentos en la primera línea de playa? ¿Qué sabe esta clase política de derechos individuales cuando ellos juran voto de obediencia al clero? ¿Qué sabe esta clase política de pensamiento político cuando ni tan si quiera se han leído la “Enciclopedia Álvarez? ¿Qué sabe esta clase política del desempleo cuando ellos han colocado a todos sus clientes y familiares e hipotecado el futuro laboral reservando las futuras plazas para sus futuros pimpollos y clientes? ¿Qué sabe esta clase política de libertad cuando ellos necesitan sirvientes?

Si les preguntas por lo que saben, te contestarán que los caminos que conducen a Suiza y las inversiones más rentables en las que asegurar sus ganancias y duplicar sus beneficios. Te hablarán de sus fincas y sus residencias, como nuevos ricos. Te mostrarán sus caballerizas como nuevos millonarios. Te pasearán entre sus propiedades y presumirán de ellas como nuevos avaros. Te enseñarán sus bibliotecas de cartón presumiendo en ellas de su brutalidad, orgullosos de su ignorancia. Quieren un círculo en torno a sus intereses para proteger sus beneficios. Más allá está el infierno. Contra él se preparan para protegerse de sus llamas. Anuncian su propio Apocalipsis como si no fuera con ellos, cuando ellos serán las primeras víctimas de sus propios actos.

La realidad social es esa cosa desagradable de la que ni hablan ni enseñan a sus amistades. Sus hijos ponen cara de asco cuando oyen hablar de ella. Son el servicio y éste se encuentra en el submundo proletario. Emulan a la película “Metrópolis”. Han decidido que ya basta de Estado/Sociedad de bienestar. Han dicho que ya basta de libertades ciudadanas, nacionales y soberanas. Han decidido que la solución está en que no existe solución al caos. El Caos es la solución. Por eso ellos han decidió hacerse fuertes en la unidad contra sus enemigos. Todos los votantes somos sus enemigos. Todos los ciudadanos somos una amenaza. Todos los pensadores somos ese fantasma del que, un día, habló Marx. Contra él, creyéndose anticipar al Caos, han decidió fortalecerse. No han entendido que la solución no es el Caos sino su propia caída.

La necedad hace al necio. Nada mejor podría ocurrir en el miserable espectáculo de esta clase política, agarrada desesperadamente al darwinismo social y a la doctrina cristiana como su tabla de salvación, que hayan decidió mostrarse, en público, como lo que son, desde que Felipe González y sus lacayos, decidieron abandonar las identidades republicanas por las del nacionalcatolicismo. Son las dos caras de la misma moneda: el Capitalismo. El Partido Popular en la cara y el PSOE en la cruz. La diferencia es puro espejismo.

Nada mejor podría ocurrir, que esta coalición PP/PSOE, porque de su fusión saldrá la nueva CEDA, sobre la desintegración del Partido Socialista Obrero Español. ¿Acaso no era esto lo que tanto tiempo llevan esperando Felipe González y Bono? Inocentes aquéllos que no lo sabían. Pero quedarán los restos del naufragio, los militantes, ciudadanos y votantes socialistas. Restos que tendrán la oportunidad de recoger y transformar en alternativa real, la “Tercera fuerza”, todos los movimientos sociales y fuerzas políticas de izquierdas y nacionalistas de izquierdas existentes en el conjunto del Estado. Todas tienen como seña de identidad que son ideológicamente republicanas. Algunas aún no lo saben, pero no tienen otra identidad. O la nada.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.