Las prácticas laborales en los medios de comunicación se han convertido en una herramienta para abusar del becario y no dejarlo tener vida. Prácticas, que no deben exceder de 25 horas a la semana y muchos empresarios llegan a exigir 39 horas, aprovechándose de la crisis y la “sin experiencia” de muchos.
Es denigrante leer estas ofertas en páginas web de búsqueda de empleo. Solicitando becarios, que no deberían de exceder las 25 horas de trabajo semanales según la Seguridad Social, y exigen 39 horas, y un sueldo de 350-500 euros. Y encima, sin poseer la titulación en Ciencias de la Información, vale un curso de formación profesional. Siendo lamentable que los políticos y empresarios sigan consintiendo estas prácticas, que no ayudan a que el becario tenga vida, ni pueda realizar cursos de idiomas, ni cursos de postgrado o doctorado. Así, ¿cómo se va a mover la economía? Si quien tiene que trasladarse de casa de sus padres a la ciudad, se le van los 400 euros en gastos del piso, ¿cómo van a aumentar las ventas en los negocios, hoteles, restaurantes, cultura, viajes y demás?
Y mientras los años de crisis se alargan, quienes terminamos la titulación universitaria antes de 31-12-11 ya no servimos, porque no estamos lo suficientemente preparados parece ser.
Luego se quejan que la juventud no quiere trabajar. Estamos muy dispuestos a trabajar, pero no a consentir que se nos pisotee. O, ¿acaso un político trabajaría 8-10 horas al día, por una beca de 500 euros al mes, teniendo que residir fuera de su domicilio?, y encima hay que darles las gracias, porque están fomentando la competitividad en el mercado. Cuando cobran un sueldo y complemento de dietas, por residir fuera de Madrid y tener 2-3 viviendas en esa ciudad. Y del erario público.
Entre beca y beca, ¿vamos a esperar que vengan a darnos trabajo de verdad, en condiciones? Pues hay gente que, con mucho esfuerzo, se metió en la realización de un máster investigador. Y al terminar, se da cuenta que a muchos políticos les importa muy poco la investigación y el progreso. La misma gente que se arriesga en comenzar un Doctorado, con duración de tres años. Mientras que lee y busca, se da cuenta que a lo único que puede acceder es a unas prácticas de becario, porque la titulación principal la terminó antes del 31-12-11, y ya no sirve. Su único interés es seguir en el gobierno (u oposición) cobrando dinero público, o salir y meterse en el Consejo de Administración de alguna empresa que han privatizado.
No obstante, lo que parece es que no soporten que gente que viene de familia trabajadora, de personas que durante muchos años se fueron al extranjero, a trabajar en el campo y en las minas, consiga un Doctorado, mientras sus hijos, por mucho dinero que tengan, no logran terminar una titulación universitaria. Por tanto, tienen que hacer lo que sea, para vernos arrastrados, pordioseando, rogándoles un trabajo. Cuando están ahí, cobrando gracias a nuestros impuestos, y no mueven ni un dedo para que los jóvenes se desarrollen profesionalmente y reciban un sueldo digno por su trabajo. A excepción de sus familiares, amigos, y otros a quienes puedan comprarle el voto. Los únicos quienes, según ellos, tienen dignidad.
Sin embargo, aunque consintamos que se nos humille y se nos insulte, los jóvenes no nos vamos a rendir.