El mismo dÃa en que el Sr. Obama, y en visita solemne va a recibir los catorce ataúdes de otros tantos soldados norteamericanos, muertos en la guerra de Afganistán, leo en prensa estadounidense y publicada en español; lo que sigue:
«El Presidente Obama promulgó la Ley de Autorización de Defensa Nacional por 680.000 millones de dólares, el mayor proyecto de ley de gastos de este tipo. La ley incluye fondos para la ocupación de Irak y Afganistán y modifica el sistema de comisiones militares de Guantánamo. El proyecto comprende diversas medidas de gastos militares a los que Obama se habÃa opuesto, entre ellos, 560 millones de dólares para un nuevo caza F-35 Joint Strike Fighter, que el Pentágono habÃa rechazado. En total, el proyecto aumenta el gasto en 24.000 millones de dólares con respecto al último año fiscal». La noticia es más amplia y la pueden leer en http://www.democracynow.org/es/2009/10/29/titulares#3
Reparen que la cifra es monstruosa, puesto que son «seiscientos ochenta mil MILLONES de dólares» para continuar las guerras allà donde interese a estos polÃticos (dudo que la mayorÃa de norteamericanos estén de acuerdo con todo ello) que camuflan la realidad con la tan prostituida palabra de «defensa»; cuando la realidad imperante es «el ataque»; que es lo que hicieron en Vietnam; o sea lo mismo que han hecho en Irak y Afganistán; donde según se ha publicado, tratan de situar nada menos que 60.000 soldados más (sesenta mil).
Hay que señalar que aparte del ejército norteamericano, allà hay destacamentos (si bien muy minoritarios en relación a USA) de gran cantidad de paÃses, que se han visto «forzados» a colaborar, con hombres, armas y pertrechos; pero que en total componen un ejército bastante numeroso y a los que están diezmando y acorralando en sus reductos defensivos; puesto que (ya lo he comentado en otros artÃculos) esos territorios son endiabladamente complicados y la realidad es que son incontrolables. Los pueden machacar desde el aire o largas distancias, pero ocuparlos y controlarlos nunca lo podrán, como tampoco lo pudo la potentÃsima URSS, en su momento y a pesar de tener allà varios cientos de miles de hombres y muy bien pertrechados.
¿Qué está ocurriendo y va a seguir ocurriendo? Ya lo estamos viendo; un reguero de cadáveres que van volviendo a sus paÃses, amén de los que vuelven heridos o inválidos. No olvidemos la cantidad enorme de habitantes civiles que están siendo masacrados y que maldita la gracia que les hará esa guerra, puesto que son las vÃctimas masivas de unos y otros. Pero hay más y ese más es la debilidad de muchos soldados, que llevados allà «por vete a saber que promesas, señuelos o mentiras», llegados al teatro de la guerra, flaquean y simplemente se suicidan; y ese es otro gran drama y problema que tiene que cargar a sus espaldas «estos polÃticos guerreros», que en realidad nada arriesgan de su pellejo: veamos datos oficiales.
SUICIDIOS: «El Pentágono admite que aumenta el número de suicidios en filas del ejército, alcanzando niveles crÃticos. La cifra de suicidios admitidos ha crecido sostenidamente, pasando de menos de 100 en 2005, según un informe, a casi 200 en 2008, con similar número de afectados entre los veteranos de Irak y los de Afganistán»: (Ami Goodman) 27-10-2009 (spanish@democracynow.org )
¿Con qué moral y bajo que argumentos nos pueden convencer estos guerreros de la trastienda? Sólo con mentiras, puesto que allà lo que se ventila o dirime, no es otra cosa que los intereses de las multinacionales del petróleo, del armamento, de las drogas y vete a saber cuantas cosas sucias más.
Visto todo ello… ¿Cómo Obama aún no ha dicho que renuncia a ese indigno galardón que le han regalado unos irresponsables nórdicos, que de paso deshonran a Alfredo Nóbel? Yo no lo entiendo en absoluto… ¡¡Tan podrido está ya todo!!
El testamento de Nóbel se inicia asÃ: «La totalidad de lo que queda de mi fortuna quedará dispuesta del modo siguiente: el capital, invertido en valores seguros por mis testamentarios, constituirá un fondo cuyos intereses serán distribuidos cada año en forma de premios entre aquéllos que durante el año precedente hayan realizado el mayor beneficio a la humanidad». ¿Tiene Obama el mérito suficiente como para que se le entregue ese premio? No, absolutamente no.