EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
Creo que a estas alturas los españoles se habrán dado cuenta de quien está preocupado por la sucesión, me refiero al sucesor de José Luís Rodríguez Zapatero. Es evidente que los socialistas se lo han tomado con la calma con la serenidad, y con la seriedad que el caso requiere y que no se trata de improvisar un sucesor de la noche a la mañana sino de mostrar a los españoles el respeto que estos se merecen.
Creo que muchos habrán pensado que desde el Partido Popular se pedían y se siguen pidiendo elecciones anticipadas, quien haya interpretado que ello es debido al deseo de coger el Gobierno para sacar a España de la crisis se equivoca de medio a medio, se piden elecciones anticipadas para coger al adversario un tanto desorganizado y con la premura de tener que improvisar a un líder de la noche a la mañana. Esto no se ha producido, ni se producirá y ahora en el PP se encuentran con un líder, Rajoy, que no vende caramelos ni a la puerta de un parvulario y que va muy por debajo en la valoración que las encuestas ponen de manifiesto con respecto a él a Rubalcaba y a Carme Chacón, los dos últimos le superan en las preferencias que muestran los españoles, con lo cual los resultados no van a ser tan “espectaculares” como Rajoy y los suyos pretenden porque el tiempo juega a favor del “rearme” de los socialistas y a los españoles la letanía de Rajoy y sus adláteres ya les está cansando. No se puede vivir de la crítica constante y menos después de las declaraciones de Rajoy en Alemania que ha reconocido que Zapatero “ha dado los pasos en la dirección correcta”.
Por otro lado las listas del PP en muchos municipios y autonomías están mostrando la falta de respeto a la inteligencia de los españoles al ir estas tan llenas de imputados y de gente en manos de la justicia que las listas más que una lista electoral al uso parece el tablón de una charcutería donde se indican los productos y sus precios. Rajoy está preso, a lo mejor es porque no tiene las manos limpias, digo a “lo mejor”, buena prueba de ello es que ha pasado de cuestionar al valenciano Camps a darle todo su apoyo. Se ha vuelto amnésico y cuando le han preguntado por el valenciano Ricardo Costa, que fue expulsado de sus cargos del partido por el caso GÁ¼rtel ha dicho: ¿Costa? ¿Quién es Costa? Está claro que se apoyan unos a otros porque si uno de estos se cae, de las listas, pueden ir muchos detrás de ellos. En estos momentos su situación es la misma que cuando le quitas una carta a un castillo de naipes, que resulta que el castillo se viene abajo.