Economía

Presos de nuestra propia existencia

El ser humano es en sí mismo y es en sociedad, es para sí y para el resto, y la economía, como extrapolación última del ser humano, o al menos de sus instintos sociales, es, igualmente, en sí misma y es en sociedad, es para sí y para el resto, y como tal funciona con las idas y venidas de las expectativas, certeras o no, pero siempre dentro de las restricciones de su propia existencia.

Porque para que la economía pueda existir, y subsistir, necesita de unas reglas que ella misma se crea y a las que luego debe de atenerse, unas reglas de funcionamiento que no son más que convenciones sociales, paradigmas ideológicos y teóricos que se van adaptando al devenir de los tiempos y de los acontecimientos, enlazando pragmatismo con idealización, nunca al revés.

Por ello, en numerosas ocasiones nos encontramos con problemáticas económicas reales y actuales que se las tienen que ver con paradigmas teóricos e ideológicos obsoletos, lo que lleva a un proceso de fricción que suele finalizar con la adopción de un nuevo paradigma, aunque sin dejar prisioneros por el camino.

Eso precisamente nos está sucediendo en estos momentos. Vivimos con las reglas económicas de principio de siglo, pero nos estamos encontrando con un escenario económico totalmente diferente, complejo y de una idiosincrasia singular tal que no somos capaces de discernir su solución, por el mero hecho de que lo miramos desde un paradigma equivocado.

Debemos, por tanto, romper el paradigma que nos trajo hasta aquí y abrir el abanico a nuevas posibilidades que entiendan, y hagan entender la situación hacia la que nos dirigimos. No hacerlo sería parchear los socavones económicos sin ofrecer una solución real, duradera y sostenible.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.