EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
Vengo observando a través de los distintos medios de comunicación que el presidente de la Diputación Provincial de Castellón, Carlos Fabra, popular por los cuatro costados, por afinidad al PP y por otros aspectos extra políticos, se está postulando para volver a presentarse en las próximas elecciones municipales pero parece ser, según esos medios, que está encontrando serias dificultades ante la reticencia de Madrid dados los casos de presunta corrupción que se le achacan, aunque yo no creo que esto sea motivo suficiente, para mí puede existir una cosa mucho más grave que sea un impedimento para sus aspiraciones.
El hecho de que le haya tocado la lotería cuatro veces, yo considero que para que te toque cuatro veces la lotería tienes que jugar muy a menudo, me lleva a pensar que este político tiene problemas con el juego, por lo que yo me inclino a suponer que más que de un presunto corrupto puede tratarse de un ludópata, en este caso un adicto a los juegos de azar y la verdad es que caso de confirmarse mis temores esto puede ser delicado a la hora de confiar una gestión administrativa a una persona con estas referencias ya que su posible enfermedad, la ludopatía está considerada como tal, puede ser un serio hándicap que le impida ver satisfecho su deseo de seguir en la política activa. De todos modos y en el caso de que mis apreciaciones no fueran infundadas esto se puede arreglar con un buen tratamiento psicológico. Dicen que la ludopatía tiene cura.
Puestas así las cosas creo que deberían darle una oportunidad más a Carlos Fabra para optar a seguir ostentando la presidencia de la Diputación castellonense. A lo mejor hasta le vuelve a tocar la lotería.