Proyecto aprobado por Campus Party Milenio 2011
Desarrollar la aplicación necesaria para implementar el Valor Certificado Capital Vida en las redes bancarias y los sistemas de pago electrónico
Valor universal
Mi proyecto está basado en un valor reconocido por todo el mundo: el valor de la vida del ser humano, un valor fundamental y universal. A cualquiera que preguntes si su vida tiene valor te dirá que sí. Para poder generar valor hay que estar vivo por eso es el primer valor del resto de valores. Todos tenemos derecho a este valor desde el momento que empezamos a respirar hasta que dejamos de hacerlo. No propongo un revolución, sino una evolución lógica, pacifica y natural del capitalismo.
La situación de crisis.
Mucho se ha escrito sobre la crisis, sus orígenes y sus consecuencia. Se ha dicho que el capitalismo, extendido en todo el mundo, está llegando a su fin, quizás lo más sensato sería decir que se está transformando. Lo que si es cierto es que la limitación de los recursos económicos de los Estados hace imprescindible plantear nuevas formulas para disminuir el gasto como única solución. Está claro que el sistema es deficitario y no puede cubrir al 100Á—100 todos los derechos de los ciudadanos. No hay dinero para todo, lo que imposibilita alcanzar el ideal de sociedad del bienestar.
Gracias a la ayuda humanitaria, espontánea y organizada, se intenta paliar el hambre en el mundo. No tener dinero para poder comprar el alimento es un problema endémico de la historia humana. La especie humana ha evolucionado desarrollando su intelecto desde el ser más primitivo, sometido a las reglas de la naturaleza, hasta el ser que hoy en día somos, individuos inteligentes, tecnológicos, con una capacidad de voluntad y conocimiento suficiente como para plantear una solución humana a lo inhumano del sistema económico.
En un mundo en el que el excesivo endeudamiento no permite disponer de recursos económicos para afrontar las necesidades de los propios Estados y de sus ciudadanos, en el que se está agotando los recursos fósiles, cada vez más caros de sustraer, y en el que nos vemos impotentes para afrontar los desastres humanos y económicos que han empezado a provocar el cambio climático, se hace necesario reinventar el sistema y plantear en serio la consideración del «valor» del ser humano como un nuevo recurso de riqueza para la subsistencia sostenible que no provengan de los impuestos, ni del endeudamiento.
Según la ONU mueren cada día 22.000 niños como consecuencia del hambre.
Propuesta genérica
Mi propuesta pretende dar una salida con futuro a la sociedad del bienestar. Incorporar al sistema una nueva fuente de riqueza que cubra las necesidades básicas a nivel global, basada en el valor de la vida del ser humano como recurso económico para la supervivencia sostenible. Un valor representado en el Certificado Capital Básico.
Estando todos de acuerdo en considerar que la “vida tiene valor”, podemos pensar un patrón de referencia económico, equivalente al coste de la supervivencia. Un capital electrónico, que circule por las redes bancarias, como moneda de uso, respaldada por el valor real, tangible, material, de la vida humana, un aval seguro de riqueza, que ayudará al sistema a cubrir sus deficiencias.
Base económica
Si fuimos capaces de conceder al oro valor de cambio (patrón oro), aceptando su equivalente imaginario, en el billete de papel, (dinero fiduciario-fiat: que tiene su valor prestado), también, estando todos de acuerdo en que la vida tiene valor, podemos conceder a la vida, valor de uso, aceptando el dinero electrónico como equivalente imaginario.
Se dice que en economía el capital ni se crea ni se destruye, sólo se transforma, como la energía en física. Mi propuesta no trata de crear un capital de la nada, ya que este capital ya existe, sólo hay que transformarlo en dinero electrónico destinado a la supervivencia sostenible de todos los habitantes del planeta.
Para ello, la ONU a través de su Banco Mundial, puede respaldar y distribuir electrónicamente este valor de subsistencia, de acuerdo al nivel de vida en cada país. Un capital electrónico para la compra individual de alimentos, para sostener la sociedad del bienestar ( Educación, Salud, Vivienda, Justicia…), y luchar contra el cambio climático, las catástrofes naturales y los efectos colaterales de las guerras . Un dinero limitado que no exime de la necesidad del trabajo para dignificar la vida, que no altera el orden establecido. Los niveles de desarrollo tecnológico a los que hemos llegado nos permiten descubrir el valor de la existencia del ser como un recurso para la subsistencia sostenible. Se suma a lo viejo, lo nuevo tecnologicamente posible.
implementación del valor
A través de las oficinas bancarias, repartidas por todo el mundo, el ciudadano podrá acceder al dinero de subsistencia en su uso de compra de alimentos básicos. Podrá disponer, con cualquier sistema electrónico de pago del derecho al tributo del valor de su Certificado Capital Básico avalado por el Banco Mundial. Este documento habilita una linea de transferencia desde la cuenta del Banco Mundial del comprador a la entidad bancaria del vendedor de alimentos.
Los ciudadanos que no dispongan de una cuenta deberán acercarse al banco de su elección para formalizar su derecho. De este modo podrá disfrutar de los beneficios de este sistema. Las cuentas de los menores de edad estarán vinculadas a la cuenta de los padres, o a la de su tutor en su defecto.
Para facilitar la compra del núcleo familiar o de convivencia, se considerará el conjunto de las cuentas del Banco Mundial del núcleo como una única cuenta que todos podrán usar, con un único saldo, resultado de la suma de los saldos de todos sus miembros. La persona, con la mayoría de edad, adquirirá el control de su saldo. Si lo desea, podrá decidir en todo momento optar entre la modalidad familiar, sumando su saldo, al del núcleo familiar, o pasar a tener el limite individual.
El limite del saldo de cada cuenta de subsistencia del Banco Mundial estará fijado en un tope mensual establecido en relación al nivel de vida en cada país. Para definir este límite se establecerá una media diaria del gasto en alimentación básica.
Cada día el Banco Mundial ingresará en cada cuenta de beneficiario, la cantidad estipulada diaria hasta el máximo del tope mensual. En ningún caso se podrá superar los limites mensuales fijados para cada cuenta establecido en cada país. Si el titular agota su crédito no podrá utilizar este sistema hasta el día siguiente en el que volverá a disponer de la cantidad del ingreso diario que en caso de no usarse se ira sumando hasta el máximo del tope mensual.
No será necesario ir a comprar diariamente los alimentos básicos del día ya que se podrá disponer del total del saldo para alimentos básicos en una compra mensual, semanal o diaria, dependiendo de las necesidades de cada persona ajustándose al saldo.
En el caso que un titular cambiara de país, las características de dicha cuenta pasarían a tener las mismas que allí estén establecidas. El saldo de la cuenta y su ingreso diario se adecuará al nivel de vida correspondiente en cada país.
Los productos básicos serán de libre competencia, y será el consumidor quien se decante por la mejor calidad o el mejor precio. Estos estarán regulados por la ley de la oferta y la demanda y controlados por el Estado, tal y como ocurre actualmente. Será labor del comprador ajustar su compra al limite del saldo. Todos los productos de alimentación, básicos o no, que sobrepasen este margen se pagarán con recursos propios.
El ingreso diario, en la cuenta del Banco Mundial, estará sometido a las subidas y bajadas trimestrales y anuales del IPC.
Para llegar a buen puerto, se seguirá llevando un riguroso control informático del buen uso del sistema, para que no pueda existir ningún tipo de fraude, tal y como sucede hoy en día. Por ello, el pago en la compra siempre se realiza con el sistema electrónico. En los países desarrollados, todos los productos catalogados de primera necesidad estarán etiquetados con el código de barras o sistema específico para su control, indicando su condición de producto de primera necesidad. En las comunidades en que no exista esta posibilidad de etiquetado, en un principio, el control se hará de forma manual, indicando en el cobro electrónico, los productos adquiridos, para poder controlar el limite del gasto.
La aplicación
Para que este sistema funcione se hace necesario desarrollar la aplicación que implemente el Valor Certificado Capital Básico en las redes bancarias y los sistemas de pago electrónico. Esto quiere decir que en el momento de pagar la compra se ha de diferenciar los productos básicos del resto, de tal manera que con una misma tarjeta, o sistema de pago electrónico, se pueda pagar la cesta de la compra cargando el gasto de los alimentos básicos a la cuenta del Banco Mundial y el resto a la cuenta del banco particular del titular. Es por esto que he acudido al Campus Party Milenio. Aunque el Valor Capital Vida no está reconocido, ni siquiera conocido por una gran mayoría, desarrollar la aplicación es un paso que facilitará la incorporación de dicho valor al sistema.
Cobertura estándar del valor capital de la vida representado en el Certificado Capital Básico
– Alimentación: El Banco Mundial cubrirá el pago electrónico de productos de primera necesidad (pan, frutas, hortalizas, legumbres, pastas, carnes, pescados, huevos, productos lácteos, azúcar, sal…). El saldo estándar para la alimentación estará limitado por persona y día, a una cantidad diaria suficiente en cada país. El Banco Mundial transferirá la cantidad del debito, a la cuenta del vendedor o comercio, en el instante de la compra.
Otras aplicaciones
– Catástrofes naturales: Los medios humano y materiales para dar respuesta inmediata, estarán cubiertos por el fondo certificado de capital del Banco Mundial costeando las organizaciones de ayuda humanitaria que intervengan, alimentos, refugios y medicinas de primera necesidad.
– Guerras: los recursos para costear, las fuerzas pacificadoras del la ONU, así como el refugio de la población civil desplazada, alimentación, medicamentos, y personal necesario estarán a cargo del Banco Mundial.
– Salud y Educación: el Banco Mundial transferirá a los Estados los recursos para el mantenimiento de los servicios sociales, construcción de hospitales y escuelas, así como del personal hospitalario y docente. Los servicios públicos básicos serán gratuitos. La infraestructura, los medicamentos de primera necesidad y libros básicos se podrán pagar a cargo del Banco Mundial. Si se adopta este sistema, los derechos a la salud y a la educación, podrían generalizarse en todos los países.
– Vivienda: Los Estados construirán viviendas básicas a cargo del Banco Mundial, de protección oficial, de su propiedad, para personas y familias necesitadas. También se habilitarán espacios comunes. Estas viviendas serán de uso gratuito, corresponderá al Estado su mantenimiento y no podrán venderse. Estarán fuera del mercado inmobiliario.
– Justicia: los gastos en infraestructuras y personal de la administración de justicia, así como los abogados de oficio, estarán sufragados por el Banco Mundial. Este apartado garantiza la defensa de los derechos humanos universales.
– Contaminación: Es un propósito político llegar a los » 0% » de emisiones nocivas para la capa de Ozono, el medioambiente y la salud publica. Es urgente incentivar el desarrollo de las «Energías limpias» y seguras; ayudar a la industria en investigación y en el rápido desarrollo de las tecnologías para la fabricación de maquinaria y vehículos no contaminantes. El dinero de esta linea de crédito sostenible del Banco Mundial para las empresas, se podrá demandar para los fines que se persigue. Será un Incentivo para cubrir los desajustes estructurales de cada sector del mercado durante la transición natural, pacífica, al nuevo paradigma. Este recurso financiero garantiza la estabilidad del sistema.
– Exceso de población: El Banco Mundial, destinará recursos económicos, a investigación y desarrollo de proyectos de crecimiento sostenibles. También costeará la transcendental industria aéreo-espacial que tiene la misión de llevar al hombre al espacio vital, creando comunidades autosuficientes en planetas tecno-habitables.