Sociopolítica

¡Que cosas!

EL CRISOL    –    Pascual Mogica Costa

                 

     Como consecuencia de la bronca que se armó en las Cortes Valencianas el pasado día 21, bronca que vino provocada por las palabras de la diputada de Compromís, Mónica Oltra, al decir esta que “los antepasados ideológicos del PP torturaban en comisarías y hacían juicios sumarísimos por razones políticas”, el diputado del PP, Ricardo Costa, por cierto, imputado en el “caso GÁ¼rtel”, dijo que su abuelo materno luchó en el bando republicano y que incluso sufrió prisión en el bando franquista. Estuvo en la marina en un submarino de la República y que posteriormente recibió dos balazos en la batalla del Ebro y que fue militante del PSOE hasta su fallecimiento. Nada que objetar a esta aclaración del Ricardo Costa, pero yo creo que él está ubicado en un espacio político en el cual aún hay algunos que sienten nostalgia y se deshacen en alabanzas cantando las glorias de aquellos que le pegaron dos tiros a su abuelo y después lo encerraron. Hay por ahí muchas manifestaciones en los medios de comunicación, en las hemerotecas, que así lo ponen de manifiesto. 

     Eso de que insulta quien puede es cierto. Pero no lo es porque esté más o menos legitimado para ello, no, puede insultar porque de alguna forma goza de una cierta inmunidad para hacerlo. Digo esto porque el conseller de Inmigración, Rafael Blasco, que fue conseller con Joan Lerma, socialista, y después lo fue con Zaplana y ahora con Camps, del PP, ha calificado  al sastre José Tomas, como “un auténtico desastre como persona”. Esto, se quiera o no, es un insulto. El conseller lo puede hacer porque está aforado y es muy complicado llevarlo ante un juez, pero si hubiera sido al revés, si el insultador hubiese sido el sastre se podría ver de inmediato ante la Justicia.

     El fiscal anticorrupción ha pedido dos años de cárcel para Carlos Fabra. Fabra ha respondido a esto diciendo que “se nota que es campaña”. Me resulta un tanto extraño que no respondiera dando las gracias al fiscal y diciéndole que por favor, que no pida nada para él, que a él no le gustan los regalos.

    En la comparecencia de Camps, en el Tribunal Superior de Justicia de Valencia, una de las señoras que acudieron allí para prestarle su apoyo manifestó que “a quien no le han regalado un traje alguna vez”. Tiene razón esta mujer. ¿A quién no le han regalado sus abuelos el traje para hacer la primera comunión? Esta admiradora de Camps ha dado en el clavo.

    Sorprendente Rajoy. Acaba de decir en su visita electoral a Galicia que el ejemplo del cambio en España es Galicia, es Alberto Nuñez Feijóo. Esto me ha dejado un tanto descolocado. ¿El ejemplo del cambio y de cómo gobernaría Rajoy en España, no era Francesc Camps? Lo que cambian las cosas por unos trapos de nada.

     Lo último de Rajoy ha sido tachar a los que implican a Camps en el caso GÁ¼rtel de “inquisidores del siglo XXI”. Dicho así se podría calificar a los que dijeron no conocer a Álvaro Pérez, el Bigotes, para después saberse que Camps le consideraba su “amiguito del alma” y muchos prebostes del PP se habían fotografiado con el “Bigotes”, se podría decir de todos ellos que son “los mentirosos del siglo XXI”.  

                                                  

 

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.