Las últimas declaraciones de José Blanco, como casi todas las suyas, no merecen la más mínima credibilidad. El ministro de Fomento en funciones, se equivoca y pretende equivocar a los ciudadanos cuando afirma que tiene previsto “retirarse de la primera línea de la política”, cuando la realidad es que le apartan de la misma por su presunta implicación en el “caso campeón” y el desastre cosechado en las recientes elecciones generales. Concretamente en Lugo, provincia en la que encabezaba la lista por el PSOE, su partido obtuvo el 28,15% de los votos contra el 56,10% del PP, y en su aldea natal, Palas de Rei, donde nunca logró ser alcalde, la diferencia fue superior (PP, 65,19% y PSOE, 19,73%).
Que con tales credenciales, el Secretario General de los Socialistas gallegos, Pachi López apueste por la continuidad en política de su paisano, resulta, cuando menos, aberrante.
Retornando al citado “caso campeón”, al parecer, aunque ya quizá demasiado tarde, Blanco, a través del empresario y amigo Javier Rodríguez, pretendió devolverle a Dorribo los 290.000 Euros, si en sus declaraciones ante la juez se limitaba a las subvenciones y no implicaba en el pago de comisiones al ministro, ni a ninguno de los que compartían con él la propiedad de la sociedad Salut D’Innovació. A lo cual Dorribo, que es expresidiario pero no idiota, no solo no admitió la oferta de Rodríguez sino que le advirtió que seguiría proporcionando información a la juez, con lo cual los afectados se sienten sometidos a una incertidumbre que está arruinando su existencia. A tan crítica situación debe añadirse que recientemente una fuente anónima ha remitido un disco duro al juzgado, conteniendo información sobre una posible implicación de políticos en la empresa de Andorra antes mencionada, con lo cual, convendría que todos aquellos que alardearon de “poner la mano en el fuego por José Blanco”, no estaría demás, como método preventivo, fuesen localizando el “área de quemados” en los hospitales de sus respectivas demarcaciones.
Para no perder la costumbre, una vez más, la entrevista entre Dorribo y Rodríguez, también se celebró en otra gasolinera gallega, en este caso situada en Nadela. Sin la menor duda, cualquier capítulo de la conocida serie “Los Soprano”, son mucho más ingeniosos que las andanzas de nuestro aldeano ministro y sus secuaces.
Desear “Feliz Navidad” a un cargo socialista en las próximas fiestas, puede suponer un macabro sarcasmo y de muy mal gusto, dado que serán miles los cuadros de esta formación política que unos días antes de Nochebuena perderán puesto, sueldo y en algunos casos hasta coche y secretaria…
Tras la solicitud de los fiscales del TS para que Blanco sea investigado por indicios de tráfico de influencias y cohecho, el proceso avanza y el círculo se estrecha. Su situación, no solo política sino personal comienza a ser peligrosamente problemática. Tal es el caso que, entre algunos de sus propios compañeros de Gabinete desaprueban que continúe actuando como portavoz del Gobierno. La verdad es que parece bastante chusco.
El ministro le teme a la juez de Lugo más que a una vara verde, pero ni el mismísimo Tribunal Supremo podrá librarle de las presuntas fechorias cometidas que habrá que probar. El PSOE considera, peregrinamente, que cuando el PP asuma el Gobierno, el “caso campeón” será olvidado y es un error. Blanco ya es un estorbo para los que en su momento apostaron por su honradez. Todo tiene un límite y el cinismo también. Blanco tenía que haber dimitido hace mucho tiempo. Los que le alabaron mientras recibían favores, ahora, solo desean verle lo más lejos posible y que desaparezca cuanto antes del escenario político. Entre otros peligros, les amenaza que comiencen a surgir otros Dorribos como setas y acudan a la juez a contarle sus cuitas. Sería aterrador….¡¡Tiempo al tiempo!!
Para finalizar, permitamos que sea la Justicia quien siga su curso y depure las posibles responsabilidades penales del lucense don José, defensor de la enseñanza privada para sus hijos, degustador de reales cocidos y considerado el Beau Brummell gallego por el elegante corte de sus trajes a medida, quien tiene previsto según sus manifestaciones, dedicarse a la empresa privada para no ser menos que su jefe Zapatero. Coñas aparte ¿alguien cree que le contratarían? Que Dios le ampare Sr. Blanco.