Hay un agudo malestar en una amplia parte de la Ciudadanía de nuestros país. Un sufrimiento que agobia a la sociedad.
Los recortes que empobrecen las clases más desfavorecidas y se ensaña con las clases medias. Los procesos a políticos corruptos necesitan una urgente reforma. La percepción de inutilidad política que lleva al desprecio ciudadano, nos hace comprender que el sistema no funciona.
Se culpa a la crisis económica que asola la UE y parte del mundo desarrollado, pero quienes nos Gobiernan estimulan a los poderosos mientras castigan con recortes incomprensibles a quienes más necesitan de la asistencia del Gobierno en vez de recortarse sus privilegios.
En este maremágnum, surgen los políticos desahuciados por sus Partidos, por falta de apoyo electoral, que se transmutan e intentan captar la voluntad de los grupos sociales que tienen la valentía de manifestarse contra los recortes que empobrecen el país y la falta de respuesta sincera a la corrupción política.
Primero nació Democracia Abierta, para intentar captar a los indignados de Democracia ¡YA!, encabezada por Llamazares e integrada en IU para volver a conseguir el poder que tenía en otra época dentro de su organización.
Los Sindicatos mayoritarios se montan la Cumbre Social apoyada también por Julio Anguita y algunos otros políticos. Sin pretender ser adivinos, los Sindicatos mayoritarios no necesitan reinventarse como grupo social, sólo deben hacer su trabajo sindical. Aunque estamos de acuerdo en que la sociedad necesita organizarse, visto lo visto hasta ahora, sabe muy bien defenderse de los ataques a sus derechos ciudadanos, y su presión consigue buenos resultados.
Yo diría que los Sindicatos necesitan más a la sociedad que la sociedad a unos Sindicatos temerosos de actuar por miedo a las represalias.