España ya hace tiempo que no es España… se ha quedado en españa (con minúsculas) y camina hacia “españilla” y ello debido a la irresponsabilidad o excesiva debilidad de los malísimos políticos que la vienen desgobernando desde hace ya siete lustros.

 

            A esa españa actual, la han choteado cantidad bastante notable de países soberanos; desde los grandes hasta los minúsculos y desde los que dirigen las finanzas mundiales, hasta bandas de bandidos y piratas, a los que hemos tenido que pagar (pagamos el contribuyente) lo indecible, en vez de mandar contra ellos las tropas que mantenemos y que se supone están para defender nuestra dignidad e intereses.

            Por poner otro extremo, a españa, le han quitado su idioma (que es el segundo más hablado en este planeta) en organismos de “nuestra europa (también con minúsculas)” y aquí, se han tragado ello como si fuera… “una ostra con champán”.

            Y aquí… “los peninsulares que habitan y ocupan la colonia del peñón”; nos están haciendo cada día, desde cortes de mangas continuos, hasta obrar como si dijéramos que España es una colonia gibraltareña y no todo lo contrario, que es la cruda realidad, de ese… “grano purulento incrustado desde hace siglos en España”.

            Es cierto que la españa de aquellos nefastos borbones de la época, firmaron; como dueños y señores que eran del territorio español… “por la gracia de Dios”; un bochornoso documento, el que considerado legal aún hoy, donde la única colonia de territorio europeo la soporta España (cosa ya inadmisible y que carga de vergÁ¼enza a nuestro país ante todos los demás europeos)… ata a los dos gobiernos, el británico y el español; por lo que entre otras cosas, Gibraltar es un ente sin personalidad propia para litigar con España, pese a que el ministro “desatinos” (Moratinos) los visitara oficialmente y con ello, los llanitos se creyeron que, “son una potencia más”… que indudablemente lo son en las finanzas y contrabandos, por cuanto ha interesado a los buitres internacionales que manejan todo ello, el que ahí tengan… “otro paraíso más de los negocios sucios y del dinero robado vete a saber donde”.

            Pero volviendo a ese contrato más o menos leonino que los ingleses obligaran a firmar a aquellos también nefastos gobernantes españoles; ese contrato tiene unos límites, y como los tenía el que el dramaturgo ingles (en su obra) escribió para “El mercader de Venecia”, donde el contrato se volvió contra el usurero que, queriendo cobrar en carne, olvidó que la carne tiene sangre y esta no entraba en el contrato… exactamente igual, ocurre con el contrato referido, puesto que si bien en ese contrato, se le cedían a Inglaterra, una parte de las tierras que rodean al Peñón de Gibraltar, en lo que a aguas se refiere el contrato, sólo les dejan las del puerto que tenía aquella roca en aquella época, que reitero, es de hace más de tres siglos; por tanto se debió exigir desde siempre el cumplimiento de ese contrato y no consentirles, ni siquiera la ampliación de dicho puerto y por cuanto ello, simplemente era exigir el cumplimiento de un contrato.

            Por el contrario los ingleses y sus súbditos los “llanitos”, han hecho y siguen haciendo lo que les viene en gana y si se midiesen los terrenos que dice el contrato y los que hoy ocupan, seguro que son el doble de los que les corresponden; y además siguen entrando unas caravanas continuas de grandes camiones, que con tierras de España, las vierten en las laderas de ese peñón y donde quieren ir ampliando territorio, que es una forma más de robar a España sus posesiones.

 

            Increíble todo ello, para cualquiera que sepa leer y escribir y que simplemente comprase una parcela de terreno, donde en la escritura, se delimitan claramente la propiedad y los límites de la misma.

            Más increíble es el que en las aguas exteriores del puerto, puedan patrullar naves armadas y que imponiendo un dominio que no tienen, se choteen e incluso tiroteen a naves y personal con uniforme de las fuerzas armadas españolas, su bandera… “y todo lo demás”. Y ello se demuestra en muchos casos ya demostrados. Hoy y mientras escribo, lo estoy viendo en una gran fotografía que diario ABC del 25-04-2011, publica, junto a un reportaje de los últimos incidentes con la Guardia Civil y que a mi como español, no es que me causen vergÁ¼enza solo, es que me indignan como a cualquier bien nacido, y esto lo entienden mejor que nadie los ingleses, puesto que… “fueron por sus Malvinas y costase lo que costase… y ello fue ayer mismo con la señora Thatcher”.

            Mientras los políticos… “de quienes sean puesto que de españoles tienen poco”, siguen en sus peleas bochornosas, puesto que se limitan (ya) a echarse basuras los unos a los otros y esturreando las más o menos grandes corrupciones que los pringan a una cantidad ya también bochornosa, mientras nosotros que somos los que los mantenemos, seguimos perplejos, cabreados, indignados ya… pero impotentes como siempre y en manos de quienes Dios… “les dio habas, muchas habas… pero que ellos no tienen dientes para rumiarlas”, pobrecitos ellos y… más pobres nosotros los españoles.

            ¿Hasta cuando… hasta cuándo tanta decadencia y degradación española?

Antonio García Fuentes

(Escritor y filósofo)

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