Como no se me ocurrÃa nada especial para llenar un folio en blanco decidà recluirme en la lectura, para huir de una realidad desalentadora porque la crisis sigue ahÃ, los polÃticos siguen fomentando la corrupción, las riñas personales y demás zarandajas, mientras nuestra economÃa se resiente un poco más.
Nadie se ha levantado todavÃa pero aun no hay que perder la esperanza de que las cosas cambien, pero la transición será lenta y larga, movilizarse exige concentración, compromiso y esfuerzo y el español actual va a la suya sin interés por nada en concreto, más allá del futbol.
El español medio es un tipo que no gusta de complicarse la existencia, lo moderno es dejar la polÃtica en manos de los polÃticos, craso error, los españoles se refugian en el futbol, para evadirse de una cruda realidad que le ha tocado vivir.
Pelear con el banco y poco mas porque el resto de cosas ya no son importantes, es triste pero es asÃ, el español medio ha perdido el interés hasta por reproducirse, lo cual es muy llamativo.
Lo moderno es dinamitar todo aquello que une, España es un paÃs extraño donde empiezan a cambiar las cosas, lo moderno es hablar mal de la bandera, del himno y de esos sÃmbolos que nos unen, no nos interesa más que vivir al dÃa, pensar en el futuro parece que es algo que genera una zozobra impresionante en el español medio.
Luego está la minorÃa critica que lo ve todo mal porque observa las injusticias y piensa que cambiar las cosas ,estarÃa bien ,pero no encuentra mecanismos para hacerlo ,porque todo está montado de tal forma que cambiar lo establecido es un trabajo arduo que ha comenzado a través de la red ,lugar donde el gobierno aún no ha puesto ,un candado de momento para prohibir cosas, pero todo llegara hay que vigilar al personal no sea que tenga ideas propias y espÃritu crÃtico y nos apee del poder y eso no estarÃa bien…
La gente no quiere saber nada de los polÃticos ,no se fÃa de ellos pero ,no le queda otra que soportarlos ,aunque estarÃa bien prohibir la polÃtica como modo de vida ,asà el alejamiento de la realidad seria menor y las cosas estarÃan mejor e incluso nos evitarÃamos tentaciones faraónicas tan habituales en los polÃticos que nos gobiernan.
Es duro intentar cambiar aquello que no nos gusta pero no encontrar caminos para hacerlo, siempre nos quedara el intento…