El silencio del móvil es algo que en tiempos de crisis no se lleva bien, uno que anda dando tumbos de acá para allá para progresar profesionalmente se encuentra todo tipo de especímenes curiosos, que con la excusa de la crisis se acogen a la excusa del trabajo gratis, en situaciones así te quedan pocas opciones, aceptar lo gratuito que te interesa y mientras reivindicas tu espacio en el mundo.
La excusa de la crisis es la gran aliada de los malos pagadores que los hay en todos los órdenes de la vida y en todas las profesiones y sectores.
En tiempos difíciles hay mucho listo que se aprovecha de la precariedad de otros, no es legítimo actuar así, pero se hace.
La crisis sirve para fomentar las excusas más curiosas para no pagar o pagar tarde y a regañadientes.
El sector empresarial está tocado porque unos por otros aquí no paga nadie, acogiéndose a la falta de liquidez…
Los bancos no se prestan porque tampoco se fían unos de otros, así que gracias a la falta de la misma, la crisis va para largo.
La desconfianza genera desconfianza y la falta de fondos genera destrucción de aquella empresa que necesita dinero para seguir adelante.
La crisis golpea fuerte, unos por otros aquí no paga nadie y eso se nota, todo está muy quieto y muy parado para que luego digan que todo es producto de mi imaginación y que no existe.