Quisicosas: cosas insignificantes. Madriniñerías: lo mismo, aunque no venga en el diccionario, pero referido a la ciudad en la que nací y de cuyo nombre ya no quiero acordarme. Tierno Galván devastó su alma y Gallardón ha destrozado su cuerpo. Que la ondulen, como decían antes los madriles.
He pasado en ella cuatro días, y los que te rondaré en agosto, porque se echa a andar la versión televisiva de Dragolandia -irrumpirá en la rejilla de Telemadrid el 20 de septiembre a las diez de la noche- y eso va a obligarme a veranear (es un decir) en lo que ya no es villa, sino megalópolis ahogada por el asfalto, aunque siga siendo corte.
Abro el periódico. Esperanza Aguirre, que es mujer de arrestos, adjudica tres adjetivos al hombre que, como Gallardón y Tierno, está haciendo todo lo posible para que España se transforme en Vandalia. Dice que Zapatero es un sindicalista, un retrógrado y un piquetero. Tres pares de banderillas citando de frente. Duélese el ofendido en ellas y la banderillera las retira. ¿Por qué?, me pregunto.
Yo me sentiría insultado si alguien viera en mí a un sindicalista, pero eso es un piropo para quien pertenece el partido en que medra Zapatero. Incomprensible.
¿Retrógrado? Acudo al tumbaburros: «persona que tiende a volver al pasado y se opone al progreso». ¡Caramba! La definición es exactísima. ¿Acaso no pretende el inquilino provisional de la Moncloa retrotraernos al 18 de julio del 36, lo que a todas luces (y sombras) no sería un progreso, sino un retroceso? ¿Hay algo menos progresista que el mal llamado progresismo? ¿Por qué se ofende Zapatero? ¿Duele la verdad como duelen las banderillas en el lomo de un toro manso?
Piquetero… ¿No lo es quien apoya los piquetes? ¿No son éstos «grupos de personas que, pacífica o violentamente, intentan imponer una consigna de huelga»? ¿No termina siempre por ceder el monclovita al chantaje de los piquetes? ¿No los encabezaba en sus días de asalto al poder? ¿No está a partir un piñón de los escasos pinos que nos quedan con los compañeros (suyos, no míos) de la UGT y Comisiones? ¿No acaba de dinamitar
la esperanza de que la crisis deje de serlo volando todos los puentes entre los empresarios y quienes gracias a ellos trabajan, cobran y llevan dinero a casa?
Sindicatos, huelgas, piquetes… Irracionalidad. Escupir al cielo. Enemigos pagados. Madriniñerías. Cosmoadolescencias. Yo estoy con los esquiroles, con las ovejas negras, con los lobos buenos… Nunca con el rebaño.
Esperanza Aguirre debería llamar otra vez a la Moncloa…
-Oiga, que no, que lo he pensado bien, que donde dije digo digo dije, que la verdad es la verdad, duela o no duela, y que me ratifico en lo de sindicalista, retrógrado y piquetero.
Sabiduría del diccionario.
Iba a hablar yo de otras madriniñerías, de dos películas (Despertares y Mishima) y de dos restaurantes. El uno (Kabuki) merece un rapapolvos. El otro (Alfredo), una bola negra.
Lo dejo para el próximo día.
O no.