EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
Al parecer a Mariano Rajoy no se le dan muy bien los números y mucho menos los pronósticos y por eso suele equivocarse mucho en los resultados de su política opositora, como ejemplo de ello se puede citar el hecho de que con la que le está cayendo al PSOE con esto de la crisis, las diferencias electorales son mínimas y la valoración de Rajoy queda por debajo de la de Zapatero.
En la víspera de la celebración del partido de futbol disputado entre el Real Madrid y el Barcelona le preguntaron a Rajoy que adelantara un resultado, Rajoy dijo que ganaría el Real Madrid por tres goles a uno. Con el resultado que se dio, seis a dos a favor del Barcelona, se ha puesto en evidencia la capacidad de acierto de Rajoy. Solo acertó con la mitad de los goles y además la cosa resultó al revés. Ya le dijo Zapatero al líder provisional del PP, Mariano Rajoy, que en el Partido Popular “son profetas del desastre y un desastre como profetas”. Ahora Rajoy, parafraseando a Zapatero, ha dicho de este que es un “profeta de falsos amaneceres”. Es muy posible que Rajoy piense que un buen amanecer fue aquel que anunciaba la canción el “Cara al Sol” que fue el himno de la Falange de José Antonio Primo de Rivera, hasta que Franco se apropió de él para convertirlo en el himno oficial franquista, junto con la Marcha Real y la Marcha de Oriamendi. El Cara al Sol nos decía aquello de: ¡Arriba, escuadras, a vencer! ¡Que en España empieza a amanecer! Pero no, no era un buen amanecer el que nos ofrecía el que fuera himno de la Dictadura, se trataba de un amanecer oscuro y tenebroso aunque la derecha lo presentaba como un amanecer alegre, lleno de paz, exento de odio y lleno de amor y felicidad, cuando era todo lo contrario, fue un amanecer, que duró casi cuarenta años, sin ilusiones para los españoles.
Para la derecha los “buenos” amaneceres son los del Cara al Sol. Y Rajoy puede que entienda algo de ciclismo pero de futbol nada. Y de política menos.