Durante su campaña electoral el Presidente Rajoy, nos repetió varias veces en cada mitin: ¡Como Dios manda!
Apenas un mes de Gobierno, y muchos españoles nos preguntamos: ¿Si está haciendo lo que Dios manda? ¡Qué poco nos quiere Dios a los españoles!
Dicen los más cualificados economistas que la crisis económica es una crisis de confianza. Personalmente no creo que pueda generar mucha confianza un país cuyo Presidente de Gobierno diga al Parlamento que durante los años 2012 y 2013 no se creará empleo neto, y que el paro seguirá creciendo…
Los analistas de los grandes Bancos de nuestro país hablan de algo más de 6 millones de parados, con una recesión del 3,1% en 2012 y del 1,3% en 2013, muy cercana a la situación por la que está pasando en estos momentos Grecia.
A pesar de todos estos datos, el Gobierno sigue empecinado en sus recortes, basando todo su trabajo en abaratar despidos y empleo, justificando lo injustificable en que la reforma laboral es la base del empleo.
Para terminarlo de arreglar, la Ministra de Fomento (base incontestable del empleo público), nos dice: Se acabaron las autopistas, los trenes de A.V y las terminales. Estas palabras tan huecas para justificar recortes, deberían ser más seriamente explicadas a una España cuya única salida a la crisis está en la agricultura y la pesca (que deben llegar frescas a los mercados europeos para poder ser competitivas) y el turismo, hasta ahora en aumento. Y los turistas necesitan tener facilidades para recorrer toda España, para poder repartir la riqueza que promueve, entre todos los territorios de nuestro país.