Anteayer debió ser un día negro para Rajoy. La mala racha, quizá por su mala cabeza y peores compañías, le persigue. Este presidente nuestro, disfrazado de bondad y buenas maneras, que repite solo querer lo mejor para todos los españoles, es peor que un dolor de muelas.
El domingo sumó otra equivocación más a su ya dilatada colección de desporpósitos, enviando a sus tres mosqueteros (González Pons, Floriano y Arenas) a la manifestación organizada por la AVT y otras plataformas en la Plaza de Colón (Madrid), contra la sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. Los representantes del PP fueron recibidos con insultos, abucheos y a la salida despedidos a empujones. ¿Qué otra cosa podían esperar? Imaginamos que tales agravios forman parte de sus sueldos en “A”, unido a alguna compensación y/o promesa que quizás percibirán en “B”, aunque la cosa, de cara al futuro no pinta especialmente bien en cuanto a canongías y prebendas se refiere.
¡Qué tristeza no disponer de un líder como es debido para solventar tan espinosos asuntos! A la citada manifestación, como se esperaba, no solo no acudió Rajoy, lo suyo no es temor sino auténtico pavor, prohibiéndolo también a todos sus ministros dado que alguno, al parecer, comentó su deseo de acudir…
¿Cómo pasaría el día el presidente?, ¿agazapado con su eterno asesor Arriola en el bunker de La Moncloa? Debe resultar muy desagradable la sensación de permanecer escondido siendo la primera autoridad del país. ¡Qué lejos quedaron aquellos tiempos en que todos los dirigentes del PP eran vitoreados por su lucha contra la política del ex presidente Zapatero (PSOE) por negociar con la banda terrorista ETA!
Suma y sigue don Mariano. Tras los contratiempos de la citada sentencia y viendo como vituperaban a los suyos, nuevamente tendrá que comenzar la semana tragando los agravios y descalificaciones de Arturo Mas y su irreprimible y fingido instinto separatista.
Conviene igualmente que el Gobierno prepare una estrategia de defensa medianamente creíble, ya que a partir de ahora les lloverán las críticas tras la excarcelación de ese centenar de asesinos etarras y peligrosos delincuentes.
Todo lo que está sucediendo es el justiprecio por hacer las cosas rematadamente mal. Ya recibió un “primer aviso” en el lenguaje taurino por parte del diario El Mundo, invitándole a la convocatoria de elecciones anticipadas, si bien lo más probable será que usted haga caso omiso, siga flotando, aunque esperamos sea sin contar nubes.
No hay duda, el atributo de «Mariano el Breve» se lo está ganando a pulso
¡Qué mala suerte la nuestra y cómo nos engañó!