Sociopolítica

Rajoy sigue dando oxígeno al circo independentista

Si la votación del 9-N fue una mascarada, simulacro o sucedáneo, etc, razón de más para que Gobierno, Tribunal Constitucional, jueces y Fiscalía hubieran impedido su realización, evitándose así que tanto el presidente de la Generalidad como su Gobierno, materializaran un acto de desprecio hacia los Tribunales de Justicia atentando contra la unidad de España y con repercusión mediática internacional.

¿Por qué habría que avergonzarse si, Policía Nacional y Guardia Civil, siguiendo instrucciones superiores, hubiesen intervenido las urnas y desmontado las mesas electorales como estaba ordenado en principio? Más bien sería todo lo contrario, toda vez que como fuerzas de seguridad, una de sus misiones principales es velar por el cumplimiento de la Ley. Haberles impedido que actuasen con la disculpa de interpretarse como un “acto desproporcionado” es una tremenda falacia, dando la sensación de comportarse como si existiese un pacto de complicidad pasiva entre el Gobierno de la Generalidad y el del Estado. ¿Hasta cuando podrá seguir manteniéndose esta pasividad? ¿A que que se recurrirá ante una mas que posible nueva convocatoria de consulta?

Tal comportamiento está siendo duramente criticado por algunos miembros del partido gobernante. Rajoy sigue haciendo de la dejación su lema, con lo cual no solo está consiguiendo que los secesionistas sigan con sus desafíos, actitud que está provocando el que crezca la pérdida de respeto y como consecuencia los retos incrementen el nivel de agresividad. No se puede vivir permanentemente atemorizado apoyándose en la absurda teoría de que cuanto menos se haga y decida, las cosas, siempre tienden a resolverse solas (Principio del tándem Rajoy-Arriola). Esgrimir como bandera la tolerancia total mirando hacia otro lado es imposible gobernar.

Los apócrifos resultados de la votación carecen de la más mínima credibilidad, y aún en el caso de ser reales, son muy pobres, si bien el guarismo para los segregacionistas, otorgándole cierta importancia no era su principal objetivo sino humillar al Estado como han conseguido. Mariano Rajoy debe dar la cara y tomar decisiones, implicándose hasta la médula en tan espinoso tema y sin delegar en nadie. Concurriendo únicamente a congresos y reuniones del partido, a los cuales solo asisten militantes y votantes para cubrirlo de aplausos, son reconocimientos falsos que de nada sirven como está más que demostrado.

Sr. Presidente, usted no está haciendo bien las cosas bien. Se ha vuelto torpón y los españoles ya dudamos si los errores cometidos por acción u omisión, pertenecen a su propia cosecha o son inducidos por esa pléyade de asesores bien retribuidos en la que tanta confía pero con magros resultados. No es momento ni espacio para glosar las últimas meteduras de pata que conoce perfectamente o como continúa golpeándonos la imparable corrupción.

Obsesionarse con no poder gobernar una segunda legislatura se verá más adelante. Todavía le queda tiempo suficiente para reflexionar y poner las cosas en su sitio. El PP cuenta con un amplio colectivo de gente joven, honrada, preparada y con conocimientos suficientes con los que debería dialogar y consultar. En primer lugar le recomendarían averiguar hacia donde camina España y que es lo que realmente les interesa y persiguen los españoles. Posteriormente y para poder responder a esas necesidades es preciso dar paso a ese grupo de gente moderada, equilibrada y muy capacitada para responder a las exigencias ciudadanas. Se impone la renovación de caras en todos los estamentos y el no recocerlo sería una aberración imperdonable.

El Gobierno del PP está alcanzando unas cotas de inoperancia francamente preocupantes, que atentan muy directamente a la supervivencia del partido. Llegada es la hora de reconocer que con tal nivel de pasotismo e inhibición es imposible prosperar. Eludiendo y rechazando responsabilidades el fracaso está garantizado. El pasado domingo, La Generalidad sabía que el Gobierno del Estado jugaba de farol pero sin cartas suficientes, de ahí la macarrónica aparición estelar de Arturo Mas, quien con voz pausada pero firme y marcando los silencios pronunció la frase declarándose único responsable de todo lo ocurrido ¿Qué más se puede alegar? Si los farmacéuticos protestan y los proveedores no cobran al Gobierno catalán no les quita el sueño, su objetivo, del cual no tienen previsto desviarse, es lograr la autodeterminación y seguir detentando el poder.

independencia cataluñaPara finalizar, todo parece indicar que la presentación de querellas no hará variar en exceso la trayectoria del polémico e inquietante problema del independentismo que requiere un tratamiento puntual. Es más, hasta beneficia a lo secesionistas porque han logrado que dentro del propio PP, un amplio sector del mismo estén criticando muy duramente la postura del presidente Rajoy por incomparecencia y que sea el Fiscal General del Estado quien deje muy claro quien marca los tiempos, pero llorar sobre la leche derramada, nada aporta y menos soluciona.

Para terminar de animar el circo, CIU ya está proponiendo hacer la “Consulta Definitiva” e unas plebiscitarias. Solo es cuestión de derrochar unos cuantos millones más para seguir con la rutina de debilitar y desprestigiar al Gobierno Central. Tras el despilfarro, la nada, y el resto de los 40 millones de españoles con su Gobierno al frente, otra vez más dispuestos a recibir insultos y descalificaciones por parte de unos cientos de catalanes, pero eso si, muy «proporcionadamente»

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.