Hay que tener muy poco sentido del ridículo para lanzar en Japón, palabras como: “Hoy se habla de cuán grande va a ser la recuperación de España” simplemente porque después de los últimos datos del paro estamos a la cola de Europa y del mundo en el número de parados.
Pero sobre todo, hay que tener muy poco sentido del ridículo al lanzar semejante mensaje ante un nutrido grupo de políticos y empresarios japoneses que han conseguido que la tasa de desempleo en su país cayera en julio hasta el 3,8 por ciento, lo que supone que por segundo mes consecutivo disminuya el paro en el país asiático.
En julio, el número de empleos creados fue de 30.000 personas, para situarse en 2,55 millones en una población de 127.368.088 de personas. ¿Comparamos con España? Una tasa de paro del 27,1%, traducido: 6 millones de parados en una población de 46.704.314, con una caída constante de sus habitantes por emigración de 113.902 personas en 2012, desde enero de 2011, y de la cual han emigrado un total de 927.890 personas, con un aumento en estos momentos del 21%…
Pero lo peor del tema es que el Presidente alardeó de que su reforma laboral ha servido para bajar de manera muy importante los costes laborales en España. En mi opinión no tiene bastante con arruinar a los españoles, paralizando el comercio interior porque los ciudadanos no tienen dinero para comprar lo más básico, sino que además tengo la impresión de que ni se da cuenta de lo que hace, porque es capaz de sentirse orgulloso por lo que está haciendo.
