Al igual que si de un tierno infante se tratara en lo que se refiere a la pronunciación de sus primeras palabras o balbuceos todos recordaremos la primera gran mentira que protagonizó Mariano Rajoy, cuando siendo ministro del Interior ocurrió el desastre del “Prestige”, al decir aquello de que no había problema alguno con el petróleo que contenían sus depósitos ya que el escape de este carburante se concretaba en una especie de “hilillos como de plastilina” que nada hacían temer el que un desastre ecológico se pudiera dar. Como todos pudimos comprobar el chapapote salía a borbotones de las bodegas hasta contaminar una inmensa superficie de las playas gallegas y de parte de las francesas. Esta fue su primera gran mentira.
Posteriormente ha sido protagonista de otras muchas como la de que acabaría con el desempleo y ha aumentado en un millón más desde que él está al frente del Gobierno, también dijo que bajaría los impuestos y ha aumentado el 90% de ellos, entre los cuales, como no, se encuentran el IVA y el IRPF, también dijo que la Sanidad, la Educación, los Servicios Sociales y las pensiones eran intocables y en esto no mintió estas tres áreas se han convertido en algo intocable para los españoles. La Sanidad está en pleno declive y si queda algo de ella en lo que se refiere al aspecto asistencial es gracias a la profesionalidad de todos los que trabajan en la Sanidad Pública, cuando se ha llegado al extremo de oír a una de las ¿responsables? de la Sanidad en la Comunidad de Madrid que “no había que preocuparse” por el hecho de que 30.000 mujeres lleven siete meses sin ser revisadas para prevenir el cáncer de mama “ya que se trata de mujeres sanas”. Si tan clarividente es esta persona creo que se podrían suprimir las mamografías, porque si todas las mujeres, a ojo de buen cubero, están sanas ¿para qué gastar tiempo y dinero en las revisiones? Con directivos tan “eficaces” para qué invertir en tecnología. En cuanto a la Educación basta con señalar que muchos miles de universitarios, hijos de familias modestas, han tenido que abandonar la Universidad por no poder hacer frente a las tasas impuestas. En lo que respecta a los Servicios Sociales sirva como ejemplo de irresponsabilidad gubernamental el “palo” que le han pegado a la partida dedica a la atención de los dependientes, esta es una medida cruel, despiadada y sádica y de igual modo se puede catalogar el copago hospitalario a las personas con enfermedades graves, cáncer, leucemia, hepatitis y otras de no menor gravedad. En cuanto a las pensiones qué decir, sobre la gran mentira que están difundiendo de que con un aumento del 0,25% los pensionistas no pierden poder adquisitivo y que con este aumento no se congelan, no se congelan, no, pero a los pensionistas los han dejado tiritando hasta el extremo de que les castañetean los dientes. Efectivamente las han subido, pero esto si lo comparamos con una persona que padece diabetes viene a ser lo mismo que si a este enfermo no le inyectan la dosis de insulina que realmente precisa. Nadie puede decir que no le han inyectado insulina pero con esa mermada dosis la persona afectada la pasará mal, muy mal. En esto de las pensiones otro de los ilustres ¿responsables? un alto cargo, otro “ilustre ¿responsable?”, del ministerio que preside Fátima Báñez, ha dicho que es una “salvajada” mantener el poder adquisitivo de las pensiones. Una salvajada es decir lo que este sujeto ha dicho. Claro que estando a las órdenes de la Bañez que se puede esperar. Si el tronco del árbol está carcomido por la incompetencia ¿en qué estado estarán las ramas? Pero ni el alto cargo de Sanidad ni el “artista” del departamento de la Báñez han sido cesados. Al final, y parodiando a Julio Iglesias, “unos se quedan y otros no se van”. Todo esto hace que nos preguntemos con mucho temor que en manos de quién estamos. Pero eso sí, nos estamos recuperando, lo que pasa es que cuando aún no nos hemos recuperado de uno de los sustos que a diario nos da el Gobierno nos dan otro.
Acabo citando una frase de María Dolores de Cospedal que dice: “Engañando y con mentiras no se sale de la crisis”. Cierto, tiene razón, pero ¿porqué siguen engañando y mintiendo? Porque para salir de la crisis hay que ser unos buenos gestores y Rajoy y sus edecanes no lo son. Son un grupo de osados que se han metido en un jardín en el cual nunca debieron entrar. Eso salta a la vista. Por tanto solo les queda el engaño y la mentira. Es una constante en ellos.