EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
Con toda esta lamentable polémica que ha desencadenado el Partido Popular en relación con la decisión del Gobierno de conceder una ayuda de 420 euros a los parados sin ningún tipo de prestación, se ha puesto en evidencia lo que es un Gobierno que se muestra sensible y receptivo ante las demandas de la sociedad y lo que es un partido como el PP que en ningún momento ha estado, ni estará, dispuesto a escuchar a los ciudadanos.
Como era de esperar el Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero ha mostrado su disposición a reconsiderar el carácter retroactivo de la fecha en principio señalada, uno de agosto, para ampliar el campo de ayuda a los parados que no disponen de prestación alguna. Esto no es ninguna rectificación, esto es ampliar y por tanto mejorar, lo que en un principio se aprobó. Esto es la parte positiva de un Gobierno que es sensible y que tiene muy en cuenta el principio de solidaridad para con todos aquellos que por diversas circunstancias no disponen de lo necesario para vivir. La parte negativa la marca el Partido Popular que nunca ha tenido en cuenta cualquier pronunciamiento de los ciudadanos, jamás ha rectificado y por tanto nunca ha podido mejorar nada. No rectificó su Ley de Educación pese a manifestarse en la calle cientos de miles de personas contrarios a ella. Tampoco rectificó cuando el tristemente célebre “decretazo” y tuvieron que ser los tribunales de justicia los que le rectificaron anulando dicho decreto. En lo de Iraq, con millones de personas en la calle protestando por la invasión de ese país, Aznar y su Gobierno hicieron oídos sordos. Pero esos oídos se les reventaron con lo ocurrido el 11-M aunque también quisieron ocultar la autoría y los motivos a pesar de que los ciudadanos gritaban en las calles sin cesar: “¡Quien ha sido!” pero el Gobierno del PP no quiso dar su brazo a torcer, hasta que los mismos hechos primero y la justicia después, dejaron bien claro “quien había sido”.
El Gobierno de Aznar fue un gobierno insensible y nada receptivo ante los pronunciamientos de los ciudadanos y nunca, jamás, se ha preocupado por los que han estado sin trabajo y sin tener ningún tipo de ingreso. Cuando el desempleo era menor y por tanto los que estaban sin prestación alguna eran menos, el Gobierno de Aznar no movió un solo dedo para ayudar a los que no tenían absolutamente nada. Ahora satirizan, irresponsablemente, esta ayuda concedida por el Gobierno de Zapatero y hasta hacen chistes sobre ella. Me decía un amigo, ante el anuncio de Zapatero de aumentar los impuestos de forma temporal y limitada para mantener el gasto imprescindible, sobre todo el social, para que todo siga funcionando y poder mantener el principio de solidaridad, me decía este amigo, repito, que el PP jamás subiría los impuestos. Me mostré totalmente de acuerdo con él. Para qué los iba a subir sino no le preocupan lo más mínimo los problemas de las que menos tienen, o nada tienen; ¡que cada cual se las apañe como pueda! Esto ya lo pusieron en práctica cuando la Sanidad Pública, la Educación Pública y los Servicios Sociales se fueron al garete por aquella decisión de Aznar del célebre “déficit cero”. Si había carencias pues que la haya. Lo importante para Aznar era que no hubiera déficit presupuestario.
Ahora, desde el PP, dicen que Francia y Alemania están repuntando sobre la crisis mientras España no lo hace en la misma medida. Cualquier persona con dos dedos de frente sabe que esta situación es normal. Siempre sale del “bache” aquel cuya riqueza es superior a la de los demás que son más pobres. Francia y Alemania son dos países fuertes, están en el G-8 y España no, y es normal que esto ocurra así, ahora bien, en Francia y Alemania ha despuntado la aurora, pero aún tardará mucho en salir el sol.
De todos modos para los planes “estratégicos” del PP esto le viene de maravilla y seguro estoy que no se mostrarán contentos cuando todo mejore en España. Que mejorará.
