La Sociedad de la Información requiere un análisis crítico como el que ha ofrecido un congreso reciente en Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid.
La Sociedad Digital representa un reto y al tiempo una oportunidad para los individuos, para los ciudadanos y para las colectividades. El aprovechamiento de sus potencialidades requiere interpretar adecuadamente sus claves y explotar de forma activa las enormes posibilidades que la tecnología nos brinda para la comunicación, la formación, el ejercicio de la ciudadanía, la política, etc.
Comprender el estado actual de la Sociedad Digital y su desarrollo futuro precisa un ejercicio simultáneo de análisis, reflexión y estudio de sus alcances, sus dimensiones, sus rasgos y su naturaleza hiperevolutiva. Es preciso mantener un espíritu crítico frente al desarrollo de la Sociedad Digital; el impacto de lo puramente tecnológico, del “hacer por hacer digital” no debe eludir ese ejercicio. Esto no significa una prevención o un rechazo, sino de mantener una postura equilibrada.
El actual desarrollo de los servicios y aplicaciones sociales en la Red configura nuevos escenarios formativos en los que el aprendizaje informal posee una importancia creciente (Open Social Learning). Ello está produciendo una reconfiguración en los roles y en los procesos de enseñanza-aprendizaje. El eLearning ha aportado a la sociedad una nueva manera de aprender: desde donde se quiera y cuando se quiera, para superar los obstáculos tradicionales de un aprendizaje que necesita de un espacio y tiempo concretos y determinados previamente. No obstante, existen aún numerosas sombras en el eLearning. Se debe incidir en el desarrollo de contenidos avanzados que atiendan a una calidad en los procesos y a una satisfacción de los usuarios. Esto implica una necesidad de construir y aplicar una ética del eLearning. La importancia de este nuevo modelo propone la necesidad de elaborar un libro blanco sobre este proceso en España.
La sociedad digital está propiciando cambios en la forma en la que experimentamos las relaciones sociales. Por ello, la cuestión de la confianza es esencial en la sociedad en Red, en el entendimiento de que una sociedad digital confiable debe cumplir con los siguientes requisitos: debe ser segura, debe ser accesible evitando la exclusión digital y debe ofrecer servicios de calidad.
Por su parte, los soportes digitales y la web social configuran un nuevo concepto de medio de comunicación que ayuda a contrastar y a complementar la información procedente de medios consolidados, en concreto en lo referente a la prensa escrita, la televisión o la radio. Los medios de comunicación están directamente afectados, positivamente, por esta nueva sociedad que nos acoge, la Sociedad Digital. En este contexto, es imprescindible buscar la generación de contenidos interactivos a través de la democracia participativa, dando espacio real a grupos y minorías sin posibilidades naturales para acceder a ellos.
Las Tecnologías de la Información y la Comunicación han modificado el escenario de socialización, ya que están contribuyendo a una mejor efectividad de la comunicación.
No obstante, se trata de sistemas y herramientas que nacen sin significación alguna y es con la práctica cultural como adquieren significación. Por ejemplo, en el ámbito de la información estamos asistiendo a una desmaterialización del soporte: este proceso modifica las lógicas de producción y comunicación de información al dejar de existir un soporte específico para los contenidos.
La transformación del enorme flujo de datos que conforman la sustancia líquida de la Sociedad Digital requerirá potenciar capacidades, destrezas y competencias en el ciudadano digital basadas en principios tales como la gestión y análisis crítico de información, el manejo de situaciones de alto impacto informacional, la gestión eficaz de las fuentes y sistemas de información en un contexto de conexión continua y de hiperexposición personal (Open Data), etc. Vivimos, y aún viviremos más, en el
abarrotamiento de vidas dominadas por los discursos audiovisuales, los discursos personales, los discursos colectivos, los discursos oficiales, en todas las pantallas, de forma simultánea, en permanente interacción, si dar tregua ni descanso. Estamos ya, pero aún estaremos más, en la panoplia del discurso; no podemos ni podremos escapar a las tramas, aunque no pertenezcamos a ninguna.
Francisco García García y Manuel Gértrudix Barrio
Catedrático de Comunicación Audiovisual y Publicidad de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), y Profesor de Comunicación Audiovisual y Publicidad en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid (URJC), respectivamente.