España sigue siendo un país (o lo que ya “esto” sea) de políticos fulleros, embaucadores, mentirosos y en general inútiles para el pueblo español. Para comprender ello, no hay nada más que analizar las últimas cuatro décadas, el punto de partida de “la nueva ola” (que no olvidemos era saneado en extremo y con un bienestar consolidado y que iba creciendo) y la situación de desastre y ruina que hoy nos agobia… y que va a seguir agobiando a ni se sabe cuantas generaciones, debido a la gran deuda acumulada y la que sigue creciendo.
España ya es un país controlado por los que controlan Europa y por tanto tiene que hacer la instrucción y marcar el paso que de allí le indiquen. Pues bien, aún así y sin recursos para moverse con autonomía; este último y calamitoso gobierno (dicen que socialista, cosa que mueve a risa y cachondeo) no hace otra cosa que, entorpecer, escaquearse, dilatar las decisiones e ir poniendo “parches Sor Virginia” (¿recuerdan aquellos parches que vendían en las ya viejas boticas?) cuando lo que se necesitan, son operaciones quirúrgicas, de mucha precisión y urgencia; y cortando por lo sano tantos abusos políticos como soporta… “la España que trabaja, administra bien y además ahorra”, que afortunadamente aún somos muchos, pero que nuestro esfuerzo no sirve para nada ante tan inútiles y manirrotos políticos.
La última “parida” del inútil y destructor Zapatero, ha sido el proponer una reforma de la Constitución (que necesita bastantes más y no las nombran siquiera) para que por esa ley madre, el déficit administrativo (en todas las escalas oficiales) sea reducido a cero, o limitado a un grado próximo al mismo. Pues bien, lean lo publicado.
“El texto pactado anoche por los dos grandes partidos incluye una cláusula de estabilidad presupuestaria que afectará al conjunto de las administraciones públicas. Pero el techo de endeudamiento, que se fijará en una futura ley orgánica, no será igual para todas: el déficit máximo del Estado podrá llegar al 0,26% del PIB en 2020; el de las comunidades autónomas no deberá superar el 0,14% a partir de ese año, y los ayuntamientos estarán obligados a «presentar equilibrio presupuestario». Sin embargo, la letra pequeña del proyecto de ley deja la puerta abierta para que cualquier Gobierno, sea del PSOE o del PP, rebase en el futuro esos límites: siempre que se produzcan «situaciones de emergencia extraordinaria que escapen al control del Estado y perjudiquen considerablemente la situación financiera o la sostenibilidad económica o social «. Un concepto tan calculadamente ambiguo que tal vez no gustará ni a los mercados ni al Banco Central Europeo ni al eje franco-alemán, cuyas presiones han forzado a Zapatero a abrazar sin ningún entusiasmo -a diferencia de Rajoy- una reforma de la Constitución que siempre había rechazado” (El Confidencial 26-08-2011).
Y como este “bodrio” es aprobado por “el bipartidismo”, seguro que lo van a seguir y nos van a hacer ir a votar en un referéndum absurdo por demás; por lo que siendo así, yo prometo ir a votar pero en contra del mismo; ya nos han engañado bastante.
Ese referéndum debiera contener y de verdad, no sólo el obligar al déficit cero en todas las administraciones, sino que además la obligación de una reserva en efectivo, en forma de un porcentaje de los presupuestos anuales, para que desde el Estado central, hasta el más modesto de los ayuntamientos, tuvieran la obligación de mantener reservas a emplear sólo en casos extremos y previa autorización del gobierno central; para y por ejemplo, lo ocurrido en la población murciana de Lorca; los daños del terremoto, pudieran ser paliados con la reserva local, provincial, autonómica y si necesario fuese del gobierno estatal. O sea, emplear la política económica que cualquier ser humano sensato y previsor, emplea en su marcha cotidiana; puesto que ese ser sensato ya obliga a ir acumulando ahorros para imprevistos y mantenerlos siempre al máximo posible.
Además esa constitución tiene que contener aparte de la opción de monarquía; la de república; la obligatoriedad del empleo del idioma español (español y no castellano, que ya no existe) en todo lo administrativo o público; y algunas otras cosas que por la ambigÁ¼edad de las mismas, “los políticos se limpian el culo con esos (y otros) textos.
Un ejemplo digno de seguirse y copiarlo: el Estado de Texas, es el más extenso de todos los USA (casi setecientos mil kilómetros cuadrados, equivalentes a casi una España y media, puesto que ésta sólo tiene quinientos mil)… cuenta en la actualidad con veinticinco millones de habitantes; pero en sus leyes estatales figuran esas obligaciones de no contraer deuda pública y por el contrario reservar un ahorro obligado y detraído de los presupuestos anuales… en la actualidad y pese a la crisis mundial, a la de los propios Estados Unidos… ese Estado, sigue creando empleo y marchando en una prosperidad envidiable… todo esto y mucho más, lo comentaba un experto (así lo anunciaron) en una cadena de radio española.
Por ello y si es así, queda claro y meridiano, que la culpa de todos los desastres que padecemos proceden de los inútiles políticos que sin saber una papa de economía, se han atrevido a ir a gobernar… ¿para qué?… Ya lo dije hace mucho tiempo… “para su panza y su bolsillo”, lo demás no les importa nada; puesto que de importarles, las normas de Texas y puede que otras que puede haber incluso mejores; estarían ya implantadas y en beneficio de todos.