Es público y sabido que cuando en junio de 2010, Mariano Rajoy propuso reformar la Constitución para regular el control del deficit de las distintas administraciones, fue duramente criticado y ridiculizado por el actual candidato del PSOE, Perez Rubalcaba. Recientemente y ante la Ejecutiva del Partido Socialista, con la absurda intención de lavar su imagen, el exvicepresidente manifestó que “él no lo hubiera hecho así”, si bien, tampoco descubrió cual sería su método maravilloso para resolver la papeleta. El mismo procedimiento que anunció para la creación de empleo, que por lo visto no ha funcionado en el pasado mes de agosto, toda vez que el paro nuevamente se ha incrementado en más de 50.000 personas.
Ahora, Rubalcaba, no solo se ha visto obligado a tragar con la mencionada reforma decretada por Ángela Merkel y Nicolás Sarkozy sino que ha tenido que defenderla con todas sus fuerzas. Para Zapatero, el no aceptarla jamás pasó por su cabeza. No hacerlo habría supuesto el cierre de la ayuda y a continuación el rescate inmediato. Mal está el tener que reconocer que pasará a la historia como el peor presidente de la democracia española, pero que como herencia dejase el país en tal situación, sería demasiado fuerte.
La reciente aprobación de la reforma de la Constitución sobre el principio de estabilidad presupuestaria en todas las administraciones, con la pataleta de los grupos nacionalistas mas IU y UPyD, mediante el pacto PP-PSOE era una necesidad. Además de contar con el voto a favor de 316 diputados (92%). La celebración de un referéndum solo serviría para ratificar la intención de la ciudadanía. Según la encuesta de Sigma 2, el 75,3% estaría a favor de que las comunidades autónomas queden sujetas al compromiso.
En cuanto a la postura de no participación como prueba de disconformidad, apelando a que se ha cometido un “atropello” con los nacionalistas y partidos minoritarios, con independencia de la legalidad aplicada, puede traer más consecuencias de las imaginadas como ya insinuó el líder de CIU, Durán i Lleida, con sus frases de “ellos se lo han guisado y ellos se lo van a comer solos” y “CIU ya no se siente representada en el Constitución”. En la misma línea, hace unos días, Artur Mas , manifestó que la reforma “distanciará emocionalmente a Cataluña y España”. ¿Qué calificativo cabría adjudicarle a tales baladronadas?
Llama poderosamente la atención la gran sintonía entre el discurso demagógico de CIU, PNV y minorías con el movimiento de los indignados (15-M) sobre deficit , soberanía democrática y la difusión que se está realizando de esta vinculación a través de las redes sociales. Medió que será utilizado para la captación de votos en detrimento de los soporíferos mítines políticos a los cuales solo acuden los “liberados” y convencidos de las distintas formaciones políticas.
El mero desplome de la Bolsa (3,4%) del pasado viernes día 2, unido a un nuevo crecimiento de la incómoda “prima de riesgo”, está demostrado que España, con reforma constitucional incluida, seguimos al borde de la ruina. Ello significa que las maldades económicas cometidas y consentidas por el Gobierno Zapatero, son muy superiores, tal como se está demostrando, a las trolas que nos han contado. Si en EE.UU. se aterran por el mal dato de paro, en torno al 10%, lo nuestro, superando el 20% seria para que cundiese el pánico. No es de recibo que en una comunidad autónoma como Andalucía, cuya principal fuerte de ingresos es el turismo, en pleno mes de agosto crezca el desempleo. Las declaraciones y justificaciones de los políticos sobre este fenómeno son para llorar, y más aún, que pretendan tomarnos por idiotas.
Otro aspecto a considerar y de gran importancia son los bandazos que continuamos padeciendo en torno a nuestra pretendida e inútil reforma del mercado laboral y negociación colectiva. La ineficacia de lo legislado hasta el momento es notoria. El seguir pasteleando a base de parches para que los sindicatos no se enfaden , inadmisible. Lo que no sea acometer una reforma laboral auténtica carece de sentido. Todo lo que no suponga aproximarse al “contrato único” y con un despido no superior a 20 días será malgastar el tiempo. Seguir fomentando la diferencia entre empleo fijo y eventuales, temporales, prácticas, etc , solo genera una injusta discriminación entre los trabajadores. El “no fijo”, y más ahora con el encadenamiento legal de contratos temporales, terminará considerándose un auténtico marginado en el mundo laboral con todas sus consecuencias…
Para finalizar, cabria preguntarse que va a ocurrir en las elecciones generales del 20-N. ¿Montarán algún numerito nuestros indignados para entorpecer o impedir el acto de votación? ¿Colaboraran CIU y PNV en su normal desarrollo? ¿Tratarán de eludir los incidentes en sus respectivas comunidades? Posiblemente todos estos interrogantes, a casi dos meses vista, suenen a “ciencia ficción”, pero, en voz baja, la inquietud crece y ya son muchos los que se están cuestionando las garantías, estabilidad y seguridad en este país nuestro llamado España. La llamada desobediencia civil en las comunidades históricas, tal como ocurre con los idiomas, banderas, etc. Así como la utilización del término “autodeterminación” ya comienza a escucharse cada vez con más frecuencia y no es bueno. Rubalcaba es un inteligente político, manipulador y urdidor de mil artimañas, capaz de convencer y modificar lo que se proponga. Incansable y entregado trabajador como pocos, pero jamás líder y como consecuencia, presidente del Gobierno. ¡¡Tiempo al tiempo…!!