“Desde la primera infancia nos enseñan, primero a creer lo que dicen las autoridades, los padres, la mayoría, el cura, etc. Y luego a razonar sobre lo que hemos creído. La libertad de pensamiento es al revés, primero razonar y luego creeremos en lo que nos ha parecido bien de lo que razonamos. Si usted no tiene libertad de pensamiento, la libertad de expresión no tiene ningún valor”. José Luis Sampedro
Finalmente llegó el mensaje esperado: el regreso de El Librepensador.
¿Cómo no celebrar el nuevo advenimiento de un medio comunicacional abierto, democrático, crítico?
El cooperativismo que pretendemos expresar es un cooperativismo despojado de anquilosados economicismos y libre de la vergonzosa adaptación a un capitalismo perdido en su propia encrucijada.
Estas modestas ideas, conceptos y puntos de vistas de las que hablamos y que son enmarcados en la columna «Enfoques cooperativos» encontraron siempre en El Librepensador una cómoda vía comunicacional a nivel global e incluso le ha permitido exponer algunas líneas teóricas cooperativas.
Estamos ante la imperiosa necesidad de impulsar el fortalecimiento de las teorías que conforman la cooperación. Pero es que esa difícil fecundación de la teoría de la cooperación como parte fundamental de la llamada economía social y solidaria, requiere de medios que quiebren el cerco monopólico del sistema comunicacional del dominio mercancía.
De tal magnitud es la tarea que exprese centradamente la insalvable problemática de nuestras estructuras económicas, sociales, políticas e ideológicas por medios tradicionales, se requiere de otra lógica, de otra organización social y económica que reemplace esas anomalías.
A partir de la libre divulgación, la producción teórica cooperativa latinoamericana, sometida a la también libre crítica y aportaciones vitalizadas de la Europa a la que acerca El Librepensador, retando a pensar la superación de las corrientes de pensamientos que prevalecen al pasado.
Pretendemos, sin más, abonar el suelo, abrir nuevos surcos de amplios aspectos para la comprensión integral del Cooperativismo del Siglo XXI. Es esa la tarea que nos hemos asignado, más allá de nuestras limitaciones.
Sean pues estas pocas líneas, pero cargadas de entusiasmo, la bienvenida al retorno de la comunicación, al encuentro libre de pensamientos.
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!
