EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, ha denunciado que “vivimos la cristianofobia del laicismo beligerante y la barata facilidad con que la Iglesia es sometida a befa y mofa”. Resulta difícil de creer que una persona como el obispo de Oviedo, con toda su preparación intelectual, no se haya dado cuenta de que cuando alguna persona o institución se convierte en la befa y la mofa de muchos es porque no ha guardado la debida consideración hacia los demás. La conclusión a la que se llega es la de que si quieres que te respeten, si quieres que tus cosas sean tomadas en serio comienza por respetar y tomarte con una cierta prudencia y no en un tono desabrido, aquello que hacen los demás.
Se dice que llegará un momento en que Dios nos juzgará a todos. Juzgará lo que hemos bien y lo que hemos hecho mal. Dicho esto, hay que añadir que el Papa no es quien para juzgar a nadie, creo que su papel no es ese y en caso de que lo fuera lo primero que debería hacer es juzgar y criticar todos aquellos actos poco edificantes que muchos de los que le rodean suelen cometer con mucha frecuencia. De ahí, de esta actitud del Papa, arranca toda acción de protesta y disconformidad, que no de befa y mofa, contra muchas de las cosas que hacen y dicen los que con tan poca fortuna aseguran que representan a Dios y a su Iglesia. Una Iglesia, la actual, en la cual yo no veo reflejado a Dios por ninguna parte. Esto me sucede a mí que soy creyente y a otros muchos, muchísimos, que cada día se ven aumentados.
La primero que tiene que hacer la Iglesia, en el caso de España, es respetar las leyes que emanen de un Gobierno o de un Parlamento muy legítimo y democrático elegido por los españoles y no presentarse, por muy Papa que se pueda ser, criticando, cuasi insultando y alzando el tono de voz con frases peyorativas contra los no creyentes. No, no hay befa ni mofa, se equivoca el obispo de Oviedo. Aquí solo hay una cuestión que no es otra que la de que si quieres que lo tuyo se tome en consideración has tú lo mismo con lo de los demás.